Una cuerda de violoncello 13

Malos entendidos


Ana, no llores…escúchame- la tomé de las manos- Nanami ya no significa nada para mí, solo fue la sorpresa. Lo único que quiero  de Nanami es ponerle un cierre a ese capítulo de mi vida que está inconcluso, debo enfrentarme a ella.


Fue una semana de arduo trabajo, los ensayos de la orquesta fueron intensivos. Ana se mostraba cariñosa conmigo, como siempre, sin embargo yo me encontraba algo ausente. Por más que lo intentaba...

Una cuerda de violoncello 12

Fantasmas de las novias pasadas...

Terminamos nuestro encuentro con una ducha refrescante y galletas con queso luego. Dejé a Ana en su casa y volví a mi departamento a descansar. Había sido un día particularmente agitado.


Durante varios días nuestra vida siguió una rutina parecida: ensayos, almuerzo, orquesta y luego a mi departamento para una sesión de sexo (que no era para nada rutinario) Creo que Lil desapareció para darnos espacio, ya que practicamente no la había visto. Mi compañera de departa...

Una cuerda de violoncello 11

Encuentros eróticos

-Que descanses Ana, te…te amo- las palabritas se habían escapado. Una cosa era escribirlas en un mensaje de texto y otras decirlas, saber que la perfecta y sexy orejita de mi Ana las estaba recibiendo directamente. Escuché su aliento en el teléfono, más fuerte que antes-

-También te amo Nat-

-Hasta mañana amor

-Que descanses


Dejé el móvil sobre la mesa de noche y me dormí con las palabras de Ana acu...

Una cuerda de violoncello 10

Tan inevitable como la marea.

"Me dormí con el teléfono en la mano, esperando un mensaje suyo. Me despertó la alarma. Lunes. Tenía que ir a la escuela, enfrentar a las alumnas, enfrentar a Ana. ¿Será que se había acabado todo ni bien comenzar? Traté de borra las señales de las lágrimas. Lo hice bastante bien, las ojeras desaparecieron casi por completo, solo los ojos me delataban, pero mepuse mis gafas de sol, y salí a enfrentarme a la vida."


Ana no asistió a clases y no me atreví a pregun...

Una cuerda de violoncello 9

Consecuencias

Me acosté sin cenar, no tenía hambre, sólo podía pensar en ella. Estaba ya entredormida, con un libro entra las manos, cuando me despertó el sonido del celular. Un mensaje de mi Ana: “estoy pensando en ti, Natalie, me duermo con tu nombre entre los labios, te quiero” Le respondí: “Ana, mi Ana… eres mía desde que te ví, aunque no lo supieras tú…también te quiero”


Me desperté y la sonrisa boba aún me acompañaba. Tardé dos minutos en recordar la causa. Ana. Me ext...

Una cuerda de violoncello 8

Paseo y cumpleaños

"-Claro Ana, no tenemos mucho tiempo y necesitamos ensayar tantas veces como sea posible- aún no podía mirarla de frente.

-Hasta mañana entonces Natalie- se acercó a mí y me besó en la mejilla. Me dejó de piedra.

-Hasta mañana Ana- encuanto se bajó, puse en marcha el auto y no pude siquiera mirarla entrar."

El resto del día pasó tranquilamente, otro buen ensayo de la orquesta, una cena ligera y un sueño reparador. Me desperté muy temprano, hice algunos ejercicios de yoga , tom...

Una cuerda de violoncello 7

Continuación. Encuentros.

-Está bien Ana, voy a consultar con la directora y luego te lo haré saber. La obra que elegiste es preciosa- la sonata  Nº 19 para cello y piano de Rachmaninov.- Hagamos un trato Ana. Aún si no podemos tocarlo en el concurso, lo haremos en cualquier otro lugar ¿te parece?

-Claro que sí profesora- sus ojos se iluminaron…¿por mí? ¿por el concierto? Por el concierto, no te hagas ilusiones Natalie.

Sonó la campana, comenzaron a entrar las demás estudiantes, la conversación había terminado y Ana se c...

Una cuerda de violoncello 6

Un dueto inesperado. 8Otra vez tuve que borrar por poner mal el título)

Sin poder evitarlo miro a Ana, en el momento justo en que una rosa de sus manos dibuja una elipse en el aire y cae a mis pies. La recogí, volví a mirar hacia el palco, pero ya se había retirado, con el hombre que estaba a su lado, que debía ser su padre. Había tocado para ella. Sin dudarlo. ¿Había encontrado a mi musa?


El resto de la noche no está demasiado presente en mi memoria, los acontecimientos se sucedieron como...

Una cuerda de violoncello 5

Entre Lacan y mi musa

La alarma me despierta, casi violentamente ¿qué estaba soñando? Ese despertar tan brusco hizo que se borrara de mi mente ciertas imágenes a la vez placenteras y angustiantes. Solo habían quedado las sensaciones, mezcladas con ese no saber día, hora, lugar, nada… Tardé un momento en acomodar mis ojos a la claridad de la mañana y a recordar el porqué de la alarma. En media hora debía estar en el otro lado de la ciudad en el consultorio de mi psicóloga.

Ducha rápida, café negro recalentado (horrible) y e...

Una cuerda de violoncello 4

Preludio a la locura.

Tal como lo había predicho Lilly, mi encuentro con Laura me había dado cierta perspectiva, o al menos de eso intentaba convencerme. Lo cierto es que la liberación de cierta energía sexual que estaba dando vueltas dentro de mí me había hecho bien. De todas formas, no mentí cuando le dije a Lill que ese tipo de escaramuzas no se condecían con mi personalidad. En realidad, durante todo el día siguiente sentí algo así como culpa. Pueden llamarme anticuada, pero yo quiero todo: las mirada furtivas, los encuentro...