¿Quién serás?

La suavidad con que has situado los dedos sobre mis ojos, el olor de los mismos me ha indicado que aquello no era algo violento.

¿Quién serás?

La suavidad con que has situado los dedos, el olor de los mismos me ha indicado que aquello no era algo violento, si no una remembranza del juego infantil en el que tratabas de adivinar quien te tapaba los ojos.

Nada, he logrado escaparme un poco antes del trabajo, ventajas de la experiencia y la veteranía, hoy estaba harto, ya hago horas extras, nunca pagadas, otras veces. Les he dicho que hoy me iba antes porque me daba la gana.

Tengo la suerte de vivir cerca de la ofi...

Jugando con tu tiempo

Cualquier pequeño contacto era correspondido por un sofocado gemido que yo al menos interpretaba como de gozo. Toda ella era una zona erógena.

Jugando con tu tiempo

Cualquier pequeño contacto era correspondido por un sofocado gemido que yo al menos interpretaba como de gozo. Toda ella era una zona erógena.

El otro día rebuscando entre papelotes, folletos y libros desencuadernados encontré aquel opúsculo de inicios de siglo, que hablaba de cómo prolongar el placer sexual. Me hizo gracia que en medio de aquella caseta donde se vendían libros perdidos, mohosos y derrotados, encontrase la solución a mis problemas.

Disimulando p...

Volviendo por la noche

Pero se dejo hacer, mis dedos iban entreabriendo la vulva aún perezosa.

Volviendo por la noche

Me había quedado a trabajar hasta tarde, bueno, ya se sabe reunión con los de la oficina, plática por parte del jefe, y un par de copas posteriores en el bar de copas cercano.

El resultado es que ya llegue a casa con la noche avanzada. En el bloque de pisos no se oía un ruido ni siquiera el clásico llanto de niño tocapelotas a las tres de la madrugada.

Hasta el ruido del ascensor me pareció escandaloso y respire tranquilo cuando salí al rellano de mi piso. Gire...

Jugando con tu cuerpo

Empezaste a chillar, estabas acojonado, medio en pelotas, tripa arriba y con un dolor de cabeza conseguido por meritos propios y ajenos.

Jugando con tu cuerpo

Fue fácil. Tú estabas allí, en aquel bar de copas, intentando insinuarte, por cierto de forma poco sutil, con todas las tías que pululábamos por la barra. Te creías muy seguro, haciéndote el inteligente, el compresivo, el receptivo, o sea en plan baboso. Lo malo es que se te notaba demasiado el hambre de coño que tenias.

Te arrimabas, bebías, hablabas y al final hasta le ponías la mano en la cintura a la fémina de turno, intentando luego deslizarte hacia su culo. Cuan...

El desencuentro

Nos queríamos conocer en persona, ver a que olíamos, de que color éramos, como sonaba nuestras voces y como era el tacto y la textura del otro.

El desencuentro

Por fin nos habíamos decidido. Tras mucho rollo virtual, que si foros, chat y abundante correo electrónico, habíamos dado el gran paso. Nos queríamos conocer en persona, ver a que olíamos, de que color éramos, como sonaba nuestras voces y como era el tacto y la textura del otro.

Había surgido entre nosotros, ella y yo, un vínculo, primero ocasional, luego ya de furtiva complicidad. En ese marasmo de bites habíamos ido convergiendo. Nos fuimos aislando y casi de forma imperce...

El príncipe que rescató a la princesa de...

El príncipe pensó en poseerla allí mismo, estaba acostumbrado, cuantos cuerpos habría visitado y algunos de ellos pese a oponer feroz resistencia. Este cuerpo lo merecía...

El príncipe que rescato a la princesa de las garras del dragón

En aquel lejano y medieval reino, existía un dragón de esos que se dedican a atemorizar a los campesinos, comerse ovejas y raptar doncellas. El dragón al final tuvo que plantearse raptar a la hija del rey, pues en edad de merecer quedaban pocas vírgenes, de hecho solo quedaba la princesa. Las hijas de los campesinos o de los menestrales y artesanos ya habían a esa edad catado las delicias, placeres y dolores del yacer con varón, bien...

Feliz pareja

Tímidamente y casi como por obligación He avanzado mi mano sobre su cuerpo. Su reacción ha sido extraña, me ha empujado, ha erguido su cuerpo y me ha dado una bofetada.

Feliz pareja

Tímidamente y casi como por obligación he avanzado mi mano sobre su cuerpo. Su reacción ha sido extraña, me ha empujado, ha erguido su cuerpo y me ha dado una bofetada.

Bueno, ya llevamos unos pocos años de feliz pareja, por las circunstancias que sean, no tenemos hijos, y si los hubiéramos tenido, yo creo que daría igual. Ya ni me mira, llega tarde del trabajo, o de donde sea, y cuando llega gruñe un poco y ya esta.

Yo por mi parte pues un poco lo mismo, voy a la oficina...

En la autovía

El muy cabrón al final solo se le ha ocurrido decir que lleva mi estimado coche y a mi persona a donde yo quiero si me folla.

En la autovía

El muy cabrón al final solo se le ha ocurrido decir que lleva mi estimado coche y a mi persona a donde yo quiero si me folla

Voy tan mona, después de un duro día de trabajo y en medio de uno de esos meganudos de carreteras, se me ha jodido el coche, puff, se ha muerto. Logro llegar hasta el arcén, aprovechando la pendiente del tramo. Salgo del coche con mi chalequito amarillo fosforescente, que tampoco es cuestión de que a una se la lleven de mascaron de proa.

Debo ser u...

A mi nivel

Me imagino los cuerpos que van en esos zapatos, no es que me gusten los zapatos, me gustan lo que hay dentro de ellos, y sobre todo encima de ellos.

A mi nivel

Me imagino los cuerpos que van en esos zapatos, no es que me gusten los zapatos, me gustan lo que hay dentro de ellos, y sobre todo encima de ellos

Soy un pobre de esos de pedir, de esos que están a nivel del suelo, y solo veo zapatos y más zapatos. Calzado que se mueve, me esquiva y casi nunca se para. Me dedico a pensar en los seres asociados a esos zapatos.

Los mendigos somos tipos un poco raros, al principio nos sabemos caídos en la desgracia, pero luego ya vemos que nu...

Busco tu nombre

Espero ansioso ese momento en que se vayan desgranando los relatos y broten como a borbotones, y en una de esas aparezca tu nombre.

Una vez más me meto en la página, no hay novedades, todavía no la han actualizado. Espero ansioso ese momento en que se van desgranando los relatos y van brotando como a borbotones, y en una de esas aparezca tu nombre, o tu apodo, o tu nick, o tu alias, o lo que sea.

Mientras, trato de leer otros relatos, los hay buenos, que se escapan de la rutina del mete y saca, chupa y traga, rompe y rasga, dando un toque original al asunto, pero no, no me concentro, prefiero seguir al acecho. Tú siempre, de...