La divina adivina, el final
El final de esta increíble historia. (Cualquier parecido con la realidad, es pura fantasía)
-Claro, cariño, recuerda que soy adivina -y Erato le da un ligero beso en la mejilla a Desiré, la jefa del equipo de animadoras, cerrando la puerta.
Santi siente escalofríos junto a la ventana. Las noches de finales de abril siguen siendo frescas y el pobre muchacho se estremece cuando se vuelve a meter la polla en los calzoncillos y sube la cremallera del pantalón. La humedad del semen en sus calzoncillos no ayuda a que entre en calor ahora, aunque hace un rato lo cierto es que estaba muy calien...