Mamita perversa
Una MILF sabe divertirse cuando encuentra un joven caliente
MAMITA PERVERSA
Mi marido me dejó en la puerta del hotel con las dos maletas de mano. Yo entré, fui al registro, firmé, dije que mi esposo llegaría a la tarde, me dieron la llave y pedí una carpa. Me adjudicaron una y subí a la habitación. Era grande , con un enorme ventanal por el que se veía el Atlántico, una gozada. Abrí las maletas y coloqué la ropa en los armarios. Volví a mirar por la ventana, el mar me esperaba , hacía calor , pero había poca gente. Estaba feliz: un buen polvo mañanero, un vuel...