La loba y el yogurín

Una abogada divorciada liga con un yogurín de dieciocho años y ambos follan como locos, pero al final ella se siente muy maltratada y larga al chaval.

Mercedes es una divorciada sin hijos, de cuarenta y dos años, abogada funcionaria... Por ahora no quiere saber nada de nuevo casamiento ni de relaciones largas. Salió escaldada de todo eso. Tira bien con algún «boy de pago» de cuando en cuando y con revolcones aquí te pillo aquí te mato, sin compromisos ni ataduras. Por suerte puede elegir macho ya que son manada los que la siguen. Sabe que está buenorra. Tiene un cuerpo diez escultural, moreno claro, de curvas perfectas, y encima es hasta guapa. Una loba q...

La veterana que quiso dormir en mi apartamento

La madre de una ex novia se empeñó en dormir en mi apartamento para ahorrarse el hotel y pasó lo que pasó...

La llamada que recibí aquel domingo me hizo alucinar  en colores. No sólo era inesperada, sino absolutamente increíble. Yo no salía de mi asombro:

—¡Hola Julián! Soy Luisa, la madre de Belinda…

—¡Ah, sí! Me acuerdo de usted...

De quien en realidad me acordaba era de su hija, claro, una ex compañera de trabajo con la que mantuve una relación cuando estuve destinado en Canarias. Vivimos juntos cinco meses, pero acabamos rompiendo de mutuo acuerdo. Mosqueado porque me llamara su madre, por...

La seducción de mi tita Irene al detalle (y 2)

La tita Irene no quería ser infiel a su marido, pero su sobrino David consigue seducirla (y follársela) valiéndose de un minucioso plan.

La seducción de mi tita Irene había resultado un éxito —véase el primer  relato— pero también es cierto que me quedaron pendientes asignaturas tan básicas como follarle el culo ( «no, que eso duele» decía) o hacer que me aplicara una buena mamada. Convencido de que se había hecho adicta a mi polla, daba por sentado que antes o después yo acabaría aprobando esas asignaturas, pero tras la vuelta de Anthony, su marido británico, las cosas se complicaron y encima ella no sólo consiguió “desengancharse” de...

La seducción de mi tita Irene al detalle

La tita Irene no quería ser infiel a su marido, pero su sobrino David consigue seducirla (y follársela) valiéndose de un minucioso plan.

Los partes meteorológicos  ya venían avisando que aquella noche habría tormenta. Pero no. Lo que hubo fue «la madre de todas las tormentas». Un aguacero torrencial y furioso de granizos gordos y vientos silbantes. La casona-chalet de mis tíos parecía zozobrar con el rugir de los truenos y los cristales de las ventanas amenazaban con saltar por los aires.

Mientras contemplaba aquel empute del cielo me vino a la cabeza una idea sibilina e ingeniosa, un plan que debía llevar a cabo esa misma noche porque...

La portera que escobaba el portal y me ponía a cie

La portera de un edificio de apartamentos, mujer de unos sesenta años, es acosada por un joven treintañero y ambos terminan follando como locos.

Nadelina ya había escobado el portal y ahora le pasaba una fregona. Era la portera de mi bloque de apartamentos. Me acerqué a ella como hacía de vez en cuando, y no esperó ni a que abriera la boca:

—¿Otra vez, Fran? ¡No seas pesado,  joder! Te he dicho un montón de veces que no voy a follar contigo, que me dejes en paz, que te haga pajas o que te  busques a una de tu quinta con la que desahogarte.

Ni buenos días ni hola. Lo suyo era cantarme las cuarenta a las primeras de cambio en tono de v...

Jodiendo a una funcionaria grosera

Mi primo Jorge acude a un organismo oficial en busca de información y una funcionaria con cara de vinagre lo trata de manera ruin y abusiva. Lo que no sabía la tiparraca era que mi primo estaba grabando la conversación con el móvil. Eso la llevó a pagar los platos rotos con su cuerpo...

Esta historia es una vivencia personal de mi primo Jorge, que me la contó con pelos y señales para que yo la escribiera y la publicara aquí. Todo se debe a que él no le gusta escribir, pero en cambio sí que le gustaría poder leerla de vez en cuando, aunque, la verdad, no parece muy aficionado a los relatos eróticos. Así que aquí va la historia:

Jorge acudió aquel lunes a la Administración de Aduanas, por encargo de su jefe, para conseguir determinada información arancelaria. Quería saber qué tipos i...

Auxiliando a una vecina (2)

Me aprovecho de que una vecina madura abandonada por su marido decide ponerse en el mercado nuevamente, y la ayudo a acabar con su largo período de abstinencia sexual

Después de aquella cena rápida en plan picoteo, doña Natalia —a la que ya trataba simplemente como Natalia— convino conmigo en volver a la cama «exclusivamente para dormir». Yo no dije ni pío, naturalmente, pero mi intención era otra muy distinta, sobre todo después de hacerme con la crema lubricante que descubrí en el armarito del baño... Habíamos echado dos polvos de campeonato, como desagallados, y ella además me hizo una mamada cojonuda, pero mi verdadera asignatura pendiente seguía siendo encularla, fo...

Auxiliando a una vecina (1)

Me aprovecho de que una vecina madura abandonada por su marido decide ponerse en el mercado nuevamente, y la ayudo a acabar con su largo período de abstinencia sexual-

Aquel jueves, nada más levantarme de la cama, escuché que mi madre medio abroncaba a su amiga y vecina doña Natalia, que vivía justo en el piso abajo del nuestro. Intrigado por ese mal rollo me acerqué sigiloso, sin hacer ruido y, a hurtadillas, a tres o cuatro metros de la puerta, ya pude oír perfectamente lo que decían. Mi madre ahora hablaba en voz bajita y le daba singulares consejos a su amiga. Lo hacía además en un lenguaje llano y bastorro porque entre ambas existía una gran confianza:

—Natalia...

Noche de carnaval con una india apache

En la fiesta de carnaval del Club Recreativo Atalaya me cepillo a una madura disfrazada de india apache que luego descubro que es la madre de un compañero de trabajo.

Llego algo tarde a la fiesta de carnaval del Club Recreativo Atalaya. El vampiro que baila con una bruja me saluda brazo en alto. Se llama  Julián y es un compañero de trabajo. He quedado con él allí, pero el jodido casi ni se da por enterado porque está pillando cacho. Yo me aparco en la barra de tarima para observar mejor el ganado femenino. Cerca de mí una cabaretera estilo berlinés, de chistera y esmoquin, discute con una india apache que lleva un disfraz repleto de flecos. Ambas parecen   tiquismiquis...

La venganza de Daniela

Un mujer de treinta años encuentra a su marido acostado con otra en su propia cama, y paga su infidelidad poniéndola una cornamenta espectacular con un deportista puertorriqueño de polla equina y con otros similares en lista de espera.

Ha regresado del viaje un día antes de lo previsto y muy temprano, en el primer vuelo de la mañana, sin avisar a Jorge. Quiere darle una sorpresa. Entra en la casa procurando no hacer ruido y camina de puntillas hacia el dormitorio. Es sábado. Con suerte todavía su marido estará durmiendo, y ella se quitará la ropa y se meterá en la cama con él. Desea una bienvenida explosiva, erótica; arrebato carnal después de una semana de abstinencia.

La puerta del cuarto está entreabierta y ve que Jorge duerme a...