Pasión en la cárcel

Como hacía calor ambos estábamos sin camisa y así continuamos nuestra charla, hasta que yo le comenté que al parecer ambos éramos unos tíos que no habíamos tenido suerte con las mujeres. Ahí fue cuando el me respondió: Pues si no hemos tenido suerte con las mujeres, yo creo que lo mejor es que probemos con los hombres.

Pasión en la cárcel.

De ninguna manera, ni se te ocurra, esa vieja será tu madre, pero de ninguna manera, te repito, que se viene con nosotros de vacaciones; nos va a desgraciar este verano, le dije tajante a mi esposa.

Pero ella, erre que erre. Que si la pobre, que está muy sola desde que su esposo falleció el año pasado. (yo pienso que la culpable fue ella, pues lo tenía hasta los cojones). Esto se estaba convirtiendo en un verdadero problema de estado. Y de más está decirles que al final...

El día que me gritaron

En ese momento empezó a dar uno gritos estridente: !Maricones, maricones, mi marido es maricón! ... Poco a poco en medio de los gritos se fueron encendiendo las luces del vecindario ...

El día que me gritaron.

Nunca uno sabe donde las tienes. Estaba negado a salir de Sevilla en este verano, poco me importa el extremo calor de lo que llaman la ¨Sarten de Andalucía¨, de todas formas por muchos que logren escapar, Sevilla se va a quedar llena de sevillanos que por el calor van a invadir sus calles en sus pantalones cortos y camisetas, enseñando esas preciosas piernas y brazos que Dios le dio, Olé.

Pero mi sobrino, sin contar conmigo se comprometió con una amiga alemana que r...

El rodaje de mi primera peli porno

Mi interlocutor soltó una carcajada y eso desató mi imaginación. Llovieron críticas abundantes, no solo sobre aquella peli que estábamos viendo, sino contra otras tantas. Nuestra conversación fue dejando en claro que el mercado necesitaba mejores cosas y sin darnos cuenta nos vimos diseñando un guión que de verdad nos estaba poniendo.

El rodaje de mi primera peli porno.

Estas ideas entraron en mi cabeza entre copa y copa. Estaba en uno de esos bares de hombres solos a los que acostumbro a asistir. En la barra unos conversaban amigablemente con el tío que tenían más cerca y otros no hablaban, pero miraban y con su mirada intentaban atraer la atención de alguien lejos, en el otro lado de la barra. Incluso había alguno que como un ventilador movía su cabeza de un lado para otro buscando algo. Una música fuerte en realidad no dej...

Pecado mortal

Verdaderamente estoy abrumado, no se si debiera escribir estas cosas por las que estoy pasando, pero es tanto el remordimiento de mi conciencia, que me ha dado por escribirlo, pues no me atrevo a contarle a nadie estas experiencias tan extrañas a las que le estoy dando riendas sueltas sin ningún tipo de contención.

Pecado mortal.

Verdaderamente estoy abrumado, no se si debiera escribir estas cosas por las que estoy pasando, pero es tanto el remordimiento de mi conciencia, que me ha dado por escribirlo, pues no me atrevo a contarle a nadie estas experiencias tan extrañas a las que le estoy dando riendas sueltas sin ningún tipo de contención.

Soy un hombre casado desde hace seis años, no mal parecido, tal vez parezca mal que lo diga, pero me he propuesto ante todo ser sincero. La verdad que desde joven...

Persistencia

Si no pasaba esa línea sin permiso nunca me darías tu consentimiento y esto lo necesitaba nuestro amor.

Persistencia.

Estaba muy nervioso, sentía cosas que no me había podido imaginar nunca. Tenía aquel trozo de carne dura metido hasta lo más profundo de mis entrañas, el corazón me palpitaba con tal intensidad que me asustaba, ya no sentía tanto dolor como al principio, pero no me podía acostumbrar a esta sensación de estar poseído. Estaba muy nervioso, de verdad que nunca me había imaginado haber llegado a esta situación. No me sentía cómodo de ninguna manera, pero estaba empalmado a tope. Su cop...

Contradictorio comienzo.

Estaba perdido, sentí que su miembro caliente tocaba las puertas de mi culo y su boca me lamía el cuello. Sacando fuerzas de no sé dónde, logre zafarme de esa posición cuando ya casi estaba perdido y no lo logró.

Un comentario inicial.

Gracias, en días recientes pude ver con asombro que mis relatos habían arribado a un cuarto de millón de lectores y la cifra me parece asombrosa. Nunca imaginé que a tantas personas le podía interesar las cosas que digo. Les doy las gracias a los que han dejado sus comentarios positivos y críticos. Siempre me había gustado dejar escrito las cosas que me pasaban en la vida, también me gustaba escribir cosas de humor, pero nunca se me había ocurrido publicarlas. Un día cuand...

El arte de mamar 4 (final)

Esto no es propiamente un relato, son consejos sacados de mi modesta experiencia y como no soy egoísta, creo que debo compartirlos con mis lectores. No vayan a creer que me siento un experto en eso de mamar, pero tengo mi ¨don¨. También he estado rebuscando por internet cosas que pueden ser interesante y con todos esos condimentos me he dispuesto a escribir esto como un final de esta zaga. No tomes estas líneas como un dogma que hay que cumplir a rajatabla, tómalo como una guía para la acción, agrégale tu originalidad y ponle tu toque personal.

El Arte de mamar 4 (final).

En la vida de un hombre se pueden enmarcar tres etapas divinas: A los veinte la vida arranca; prepara la tranca. A los cuarenta la vida mengua; prepara la lengua. A los sesenta todo esfuerzo es nulo; prepara el culo. Pero la lengua nos puede dar dividendos maravillosos y ¿Por qué esperar tanto para comenzar a darle uso, si podemos utilarla desde jóvenes?

Esto no es propiamente un relato, son consejos sacados de mi modesta experiencia y como no soy egoísta, creo q...

Er Mamadó (o El arte de mamar 3)

lo cierto es que cada vez los machos alfa, esos que tienen un generoso aparato que funciona y que gustan de meterlo en un agujero cada vez se encuentran menos. Incluso hasta los heteros cuando resbalan lo hacen de espalda. Entonces pensé en un viejo refrán modernizado por mi: El que madruga (por delante), Dios lo ayuda (por detrás)

Er Mamadó (o El arte de mamar 3)

El mundo cada vez está peor, no se si será por el cambio climático o por la crisis o por las dos cosas; lo cierto es que cada vez los machos alfa, esos que tienen un generoso aparato que funciona y que gustan de meterlo en un agujero cada vez se encuentran menos. Incluso hasta los heteros cuando resbalan lo hacen de espalda. Entonces pensé en un viejo refrán modernizado por mi: El que madruga (por delante), Dios lo ayuda (por detrás)

Así las cosas, eso que s...

Confusiones

Cuando mi madre salía a la calle a buscarme sabía donde podía encontrarme. Y siempre usaba orgullosa esta ingenua expresión: a este niño le encantan las construcciones, estoy segura que de mayor va para Arquitecto. ¡Que confusión la de mi madre! ¡Si para lo que yo iba era para maricón! A mi no me interesaban mucho los ladrillos, sino los que los ponían.

El se ha levantado de la cama, creo que fue a la cocina y yo me he quedado acostado, por no mirar miro al techo de la habitación, pero mi mente no está ahí. Pienso en cosas, muchos recuerdos vuelven a mi mente y no se ¿Por qué? Las ideas que me asaltan están llenas de confusiones.

Recuerdo cuando era niño, en vez de ir a jugar pelota con los chicos del barrio yo entraba en las obras que se estaban haciendo en los alrededores y allí me pasaba las horas: lo sabía todo, lo miraba todo, incluso a vec...

El arte de mamar (2)

... el lunes por la mañana me fui al baño en el trabajo y llamé a Juan, mi conversación fue corta y precisa, así le dije: Tío, lo que pasó el sábado, no debe volver a ocurrir. Si es preciso, lo mejor es que nos alejemos porque no quiero volver a tener semejante sensación ...

El arte de mamar. (2)

Después de aquella experiencia con Juan mi mente pasaron muchas cosas. Haber tenido el sexo con un hombre me tenía fuera de mi. Nunca había pensado en una cosa así y de verdad estaba seguro en que eso no se repetiría. Luego cuando me acordaba del placer que sentí aquel día comenzaba a empalmarme. Me había dado una corrida como la que no recordaba, jamás en la vida mis cojones habían descargado tanta leche. Jamás había sentido tal placer, tanto me había estremecido Juan que...