Un castigo imaginado
Es lo que hay.... por malo.
UN CASTIGO IMAGINADO
Había faltado a mi Señora, mi conducta impropia de un buen sumiso la había enojado, y sabía que tendría que recibir un castigo, un correctivo que me llevara a la buena senda de la sumisión. Lo que realmente me dolía era contrariarla, pero mi temperamento a veces impulsivo me llevaba a manifestarme de forma poco adecuada.
Aquella noche la encontré como todas las veces, sentada frente a su ordenador, envuelta en el halo de divinidad que le caracteriza, concentrada en la p...