Simplemente Julia, que delicia de mujer...
He decidido publicar los relatos que me faltaban y quizás hasta vuelva a enviar los que retiré hace poco tiempo, por el momento, les dejo este y espero que lo disfruten...
Julia llegó al hotel bien entrada la noche; venía sola y apenas entró me despertó un deseo animal. Alta como yo, rubia natural pues sus cejas y sus vellos así lo hacían notar, un cuerpo escultural y un rostro de concurso.
Le adjudiqué la última habitación del hotel pues era la que mi amigo Toño y yo teníamos reservada para mujeres como ella ya que desde la terraza podíamos espiarlas sin que nos vieran. Esa noche me masturbé deliciosamente mientras veía como se despojaba de toda su ropa y, para m...