Silvia H. (15)
Esa fue la espoleta de inicio multitud de manos cayeron sobre Silvia, en pocos minutos la única prenda que llevaba puesta era el antifaz
“Suerte” que llevaba los ojos tapados, pero la angustia (o miedo) seguro que la recorrió entera al escuchar el griterío, silbidos, aplausos…
“Suerte” porque el panorama era para asustarse: aproximadamente veinte tíos alrededor de una mesa repleta de vasos y botellas de alcoholes variados, muchos ojos sobre una visión casi “inmaculada”, prendas blancas sobre una piel clara, labios rojos, la venda de encaje como haciendo juego con el corse y las ligas, las manos en la espalda acentuando sus pechos apr...