Vendiendo mi virgo - 3
"Me estás cansando, niña has venido aquí por tu propio pie, has dejado que te examinara en tu propia casa para comprobar que eras virgen. De aquí no vas a salir sin que Óscar te haya llenado de leche. Puedes acompañarlo de profundos verdugones en tu cuerpecito o..."
- NOOOOOO!!!
El grito retumbó como un eco en el salón. Los “lacayos” miraban la escena sin inmutarse, Don mario disfrutaba… se rostro era de plena satisfacción, incluso un esbozo de sonrisa se asomó a sus labios mientras Carmen se desgañitaba gritando, Se aferraba tras el potro, intentando escapar a la mirada del gran recién llegado.
Anabel dejó que su compañero canino se adelantase hasta su amo, se arrodilló tras él y arqueó su cuerpo sobre las rodillas, cabeza alzada, brazos encogidos… la coti...