Pgm4 - bienvenida al infierno
Debía haber gritado, pedido socorro. Quien fuese que llamara podría haberla oído o o no. También podía tratarse de un amigo, otro desalmado que su captor había invitado a unirse a la fiesta. En cualquier caso era ya inútil.
Bueno, zorra, ya has oído a tu dueño, pórtate bien. Supongo que te acuerdas de mí.
Sí
Muy bien, la cabeza baja… jeje, nunca deberías levantar la mirada más arriba de la bragueta de quien tienes delante. Vamos, pasa.
Era una casa de campo normal, un amplio espacio que hacía de salón, con chimenea, sofá, y su cocina con mesa de comedor de madera, escaleras hacia el piso superior... Una casa normal pero que, sin embargo, le producía escalofríos. Miraba furtivamente, como si quisiera evi...