Siempre hay un hombro amigo - por Yuste

Un grupo de autores de TR hemos decidido escribir una serie de microrelatos como ejercicio. Esperamos que sean del agrado de los lectores.

Parecía increíble. Allí estaba el pobre Jorge, el marido ejemplar, el padre ejemplar, completamente destrozado mientras me relataba como había descubierto que su esposa, su santa y fiel esposa, le acababa de poner un par de cuernos de aquí a Tokio.

Quién lo diría. Adelita ni más ni menos. Si poco menos que parecía el paradigma de la castidad matrimonial. Y eso que tenía más curvas que una comarcal. Que menudo cuerpazo que se gastaba la chica por mucho que tratase de disimularlo con aquellos rigu...

Primer y último encuentro - por Tenchu

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Los dos se miraron y se alejaron de la fiesta, lejos de bullicio. Una vez solos se quitaron sus mascaras; ella era preciosa, sus cabellos negros como el ala de un cuervo caían sobre unos inquietantes hombros de una tez muy pálida. Sus voluptuosos labios pintados en negro le daban una tonalidad rara, que hacia juego con sus almendrados y penetrantes ojos oscuros.

Él, por otra parte era algo tosco y hosco, su cuerpo fortalecido por las privaciones y las luchas estaba ennegrecido por los soles que...

Despertar placentero - por Lince

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Me desperté muy temprano, mientras mi esposa dormía plácidamente tras la agradable velada con nuestros invitados. Amanecía, salí a sentir y oler la brisa fresca de un día veraniego. Estaba apoyado en el quicio de la puerta de la casa cuando Ana, sigilosamente, llegó junto a mí. Vestía un camisón de tirantes de finísima tela que escasamente tapaba sus braguitas. Bajo la tela, el fresco hizo que sus pezones se irguiesen. La brisa le provocó un escalofrío y se abrazó a mi brazo, aplastando su pecho contr...

Almas - por Egraine

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Mi mirada se perdió en la tuya. No, no te conocía. Durante un momento tus rasgos clásicos, frente, nariz, mentón, boca me confundieron. Sólo tus ojos, líquidos, cálidos, castaños, volvieron a ser conocidos para mi.

Me miraste, por un momento reflejaste idéntica confusión en tu cara. Pensé... No, ni un pensamiento consciente pasó por mí. Un aroma a sal marina, a algas, a húmeda arena, a mar, surgió de ti y de mí. De nuestros ojos perdidos los unos en los otros.

Mi mente se pobló de millares...

Una noche de verano - por Dani

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Es el final de una larga noche de estío. Estoy hambriento, triste, pensativo y sin un real. Apoyado en una esquina, contemplo una farola. El aire caliente me envuelve y en mis oidos resuena el ritmo de los tacones de las putas, jóvenes y viejas - sobre todo viejas – que pasean a mi alrededor en busca de un último o un primer cliente para la noche.

Aparto los ojos de la luz brillante. Aparto gotas de sudor de mi frente. Mis ojos siguen culos apenas contenidos por ropas ceñidas.

Una puta muy...

La fila - por Locutus

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Me estaba llamando, mi mano estaba loca por tocarlo, y los litros de alcohol que tenia en la sangre ayudaban. El culo de aquella desconocida, embutido en aquel pantalón blanco, con su tanga absolutamente marcado y sobresaliendo por encima, me estaba llamando. Los empujones para entrar al pub, se hacían cada vez mas violentos y yo no podía esperar más. Aquel paraíso en medio del desierto tenia que ser mío. Mi mano comenzó a sobar aquella tela blanca, no me importaba que me rompiera la cara, no me impor...

El dragón - por Lobo Nocturno

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De nada le sirvió lanzar fuego por la boca si nunca pudo dar un beso ardiente....

Instinto primario - por Espir4l

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Sus manos me exploraban con una seguridad a la que no podía oponerme. Todo mi afán era vencer la gravedad sobre mi cabeza para elevarla y ver a través de mis pechos casi desnudos lo que estaba ocurriendo más al sur. Acariciaba mi mente con sus palabras medidas, palpaba mi vientre desde dentro, me pedía que abriera más las piernas, incluso se atrevía a separármelas cuando yo las sentía ya ajenas a mi voluntad y a mi propio cuerpo, cuando su voz sonaba como un eco lejano y sus manos seguían actuando alr...

La cita - por Alesandra

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Te imagino alto, moreno, de mirada profunda, dedos robustos. Anchas espaldas, labios carnosos, glúteos redondos, piernas fuertes y macizas. De voz varonil, sensual, envolvente. Te imagino con olor fresco, perfume suave que se mezcla con el de tu piel. Grueso sexo de venas hinchadas, de glande brillante... dulce como tus labios.

Brazos largos para refugiarme. Lengua carnosa y suave para acariciarme. Dedos hábiles, bonita sonrisa, brillante mirada y una recta nariz. Risueño, optimista, pícaro y er...

Me fascina - por Erotika

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Me fascina tu mirada, mirándome con deseo, cuando estás frente a mí. Me fascina, cuando te acercas a mí, y me tomas de la cintura, me aprietas contra ti y tus labios se unen a los míos. Y entonces siento tu sexo, creciendo entre los dos. Y eso aún me fascina más.

Me fascina que mi cuerpo se excite, cuando tus labios se deslizan por mi cuello y me hacen estremecer. Me fascina que el fuego de la pasión arda entre nosotros, cuando tu mano se mete dentro de mis bragas y acaricias mi sexo con suavida...