La oportunidad llega una sola vez en la vida, si la dejas pasar, quizás nunca más vuelvas a encontrarla en tu camino… Llegó a su residencia en punto de la media noche, nunca pensó encontrarse con Johanna, la vecina del 71-B a quien llevaba meses cortejando; se saludaron y abordaron el ascensor, ella siempre insinuante, él como siempre, al ataque, pero Johanna nunca iba más allá, se despidió con un beso en la mejilla y hasta allí llegó todo, se cerraron las puertas del ascensor y el aparato bajó en vez...

Esos, los pequeños detalles, son los verdaderos duendes de eros que dan vida a la atracción, no pues las grandes evidencias, alaridos de placer, explícito valor del sexo expuesto a la vista.

Son los inaudibles suspiros, acaso susurros y jadeos, el vuelo de tu liviano vestido que pícaro se acerca a mostrar sin enseñar, o la elevada posición de talón sobre tacón, desnudo el pié.

Es el juego de sombras, claroscuro en crema mate, que dibuja el perfil de valles en la pelvis cuando duermes, y te...

"A euro, a euroooooooo... Vamos guapas, no dejéis pasar la oportunidad, tangas y bragas a euroooo...".

Mi brazo chocaba con los de otras tantas mujeres entre bikinis y ropa interior en busca de la mejor ganga. Empujones y brazos que descarados pretendían adquirir mejores posiciones. Féminas que se arañaban las unas a otras, todas manteniendo su particular combate. Pieles finas, suaves, ásperas y...ese tacto!... ese, era distinto...

Las yemas de los dedos se posaron sobre mi de una forma no...

18 añitos. Sólo 18 rompedores años.

Habíamos quedado los chicos y yo para cenar y luego salir a divertirnos un rato. La ciudad estaba desierta, al día siguiente era fiesta, estábamos por abandonar, cuando a uno de nosotros se le ocurrió la idea de probar en la última disco. Toda la ciudad estaba allí. Un ambiente ensordecedor y los cuerpos moviéndose al ritmo de la música.

La novia de mi amigo apareció entre la gente. Sus prietos pantalones y su prieta camisa, resaltaba su turgente cuerpo....

Vas a ser buena chica, y vas a hacer todo lo que yo te diga. Todo será más fácil si llegamos a un acuerdo y nos llevamos bien. Aquí no estoy para caprichitos, ni para aguantar llantinas estúpidas. Si sigues en ese plan pasará mucho tiempo hasta que te deje salir.

Vas a comer lo que yo te de, no vas a dejar nada; no quiero malas caras ni ascos a lo que te he preparado. Luego nos bañamos, como los niños buenos, porque te quiero rapidito en la cama. Y no hagas nada que me enfade, porque no querrías...

Nada, ni ruidos, ni pasos, ni sombras. El silencio era tal que creía flotar en el espacio. Su precipitada marcha me había devuelto la cordura, ¿Cómo pude llegar a ser tan loca? ¿Quién era ese misterioso hombre al que había seducido? Todo comenzó el día anterior. Diego, mi novio, había llegado temprano a casa, y yo lo recibí alegre, como cada tarde, pero pronto me di cuenta que esta no era una tarde normal, y él no parecía el de siempre. Dijo que teníamos que hablar muy seriamente y, entre disculpas su...

Todo apuntaba a que iba a ser una sesión tranquila de bicicleta, quemar unas calorías y disfrutar un poco. Pero cuando alce la vista todo mi concepto de ese momento se vino abajo. Delante de mi estaba lo que se podría decir un buen culo, un señor culo. Una chica apareció por delante, también subida en su bicicleta. Con un pantaloncito corto ajustado en el que se podía adivinar (no, ver claramente) la tanga que llevaba.

Desde ese momento no quite ojo, ese era mi objetivo a seguir, la presa a caza...

Viiiiiiiiiiiiiiip…Al fin. Estoy tan nerviosa que las piernas casi no me sujetan. No veía el día en que llegara este momento, después de tanto tiempo, tantas cartas escritas, tantas y tantas cintas grabadas para tener una mayor cercanía y poder escuchar nuestras voces... Ahora parece que nos conociéramos de siempre. Será un encuentro breve , lo único que importa es que por fin nos conoceremos en profundidad. Me he comprado la ropa interior en su color favorito, negro. Sujetador de encaje, tanga transpa...

• No soy tuya, bardo. Ni tuya ni de nadie.

Ya me lo advirtió. Pero quise hacerme la ilusión, mientras modelaba su cuerpo entre mis dedos. Concebí de nuevo sus ojos, sus cabellos. Recreé otra vez sus senos, su vientre fecundo, su sexo hecho para gozar y ser gozado. Sus muslos como de alabastro. Sus manos, que saben pulsar en mí cuerdas de cuya existencia yo mismo no era consciente, arrancando de ellas acordes que vibran al unísono con el bordón de su orgasmo.

No es mía, porque yo no lo quier...

Trabajaba de taxista durante las noches y usaba un localizador para que mis clientes pudieran solicitar mis servicios en cualquier momento. Aquella noche llovía a cántaros cuando me llegó un mensaje de la Señora Gutiérrez: "Estoy en…, al llegar, solo entra, la puerta está abierta…"; el texto me puso a mil, nunca había sucedido nada entre ella y yo, pero aquello no dejaba lugar a dudas, ¿o tal vez si?, ya veríamos, pensé y partí raudo. La suite estaba iluminada tenuemente, caminé hasta el dormitorio y...