Toro
No sé por qué terminé metida en ese lío. Yo sólo buscaba un lugar para desahogarme en paz.
Te echo tanto de menos, amiga. Desde que te fuiste, la vida en el internado es una tortura. No se trata solo de afrontar los quehaceres cotidianos sin ti, ni de aguantar día tras día que profesores y alumnos se broten, sino que además, no sé por qué, cantidad de cosas horribles están pasando últimamente.
Sabes lo poco que me gusta que me vean llorar, así que el otro día me fui de pellas en la clase de gimnasia, y me escondí en una de las duchas del vestuario. Pude dar rienda suelta al llanto pues pe...