Idas y vueltas 17

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-Camilo me contó sobre ese correo fan tuyo –dijo divertida Ámbar.

-Camilo tiene una gran boca,  incapaz de guardar un secreto –respondí a ello. No había pasado mucho y él ya le había contado a todo el mundo, quienes se traducían a ella y a Antonia.

-Así es, no puede evitarlo, pobrecito –confesó fingiendo tristeza.

Le había dado pequeñas vueltas sobre esa carta que había encontrado sobre mi mesa cuando llegué a la sala. Como era de esperarse, Camilo ya se había tomado la molestia p...

Tú y otras drogas juveniles 10

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M

-¿Estás escuchándome Magda? –preguntaba con enfado Ignacia. Magdalena notó que estaba especialmente atenta hasta que se fuera Emilia para afrontarla. Creía obvio que no se le iría la oportunidad de preguntarle sobre ella.

Magdalena no estaba en condiciones de interactuar y menos de escuchar alguna injustificada escena de celos. Escuchaba y veía a Ignacia superficialmente pero de ninguna manera creía que podría arruinar su renacimiento emotivo de esa noche.

Ver a Emilia en su casa esa...

Tú y otras drogas juveniles 9

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No digas nada tonto, contrólate ellos no son nada, contrólate -pensaba sin cesar Magdalena, aunque si de ella y sus extraños impulsos de tratara, el ex novio de Emilia habría querido arrepentirse de acercarse a ellas dos.

-Emi, hola –saludó él al acercarse hasta las dos chicas. A magdalena le entorpecía que él estuviera ahí parado frente a ellas, pensaba que su sonrisa lo hacía parecer un idiota. Claramente ella no esperaba que el ex novio de la mujer que ahora estaba en su cabeza fuera a caer...

Idas y vueltas 16

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Antonia

Paula se había empeñado en encerrarse en una habitación ante mí, asegurando puertas y cualquier otra entrada sin embargo, ella dejó una ventana abierta con esa declaración.

Si en ese momento existía una remota posibilidad de que ella si sintiera algo por mí, no cabía duda de que haría lo que estuviera a mi alcance por acortar esa distancia que me separaba de esa ajena esperanza.

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-No escúchame tú a mi Paula, ¿estás loca? –Gritó Camilo en el teléfono –De verdad una...

Tú y otras drogas juveniles 8

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M

-A veces hay que arriesgarse, sobre todo si eres tú misma quien está construyendo el camino para llegar hasta ella –metaforizó Rocío –no lo dejes a medias

No había construido nada aún. Sabía simplemente, que había planificado un montón de situaciones que no existían y que de nada servían si nos la llevaba a la vida real.

E

-¿Tan mal se ve? –Preguntó el padre de Emilia indicando su almuerzo –apenas has probado la comida-

Ella lo miró con el rastro desconcertado...

Idas y vueltas 15

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Habiendo casi un metro más de cama,  Antonia insistía en estar hombro a hombro conmigo mientras dormía. Yo estaba alerta esa mañana, y así lo estuve en modo vigilia toda la noche. Apenas había pegado un ojo, y cuando ya comenzaba a hacerlo, fui interrumpida por el ruido del auto de mi madre saliendo muy temprano de casa.

Al menos ella no estaría ahí para reprocharme nada.

Teniendo la tenue luz proveniente del tardío amanecer comencé a detallar la situación que se veía más real, desde la...

Tú y otras drogas juveniles 7

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La miró de reojo y subió. Y siguió observándola al cerrarse las puertas y entonces cuando ya no podía verla más, imaginó su cara una vez más.

Emilia sentía un extraño relación de amor y odio hacia esa virtuosa cualidad de Magdalena de siempre salirse con la suya.

No quería perder eso, no quería dejar de verla. Si los siguientes días no estaban tanto tiempo juntas, entonces buscaría la manera de encontrar su rostro una vez más por ahí.

Emilia no recordaba la última vez que se había...

Idas y vueltas. 14

Después de tanto

Me fui a paso acelerado fuera del lugar. Necesitaba aire porque me estaba faltando en creces.

No había nadie más, no estaba Simona en ese lugar en el cual la había besado, no existía otra persona. Sólo Antonia, en algún lugar dentro de aquella disco.

Me estaba devolviendo a la vida en ese momento y tenía miedo. Miedo porque nuevamente ella no era para mí y la estaba necesitando.

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Estaba sentada en la acera intentando calmarme y ella apareció por la puerta para llegar hast...

Idas y vueltas. 13

Un nuevo ciclo

Ella tenía mi número y yo lo había olvidado y de una u otra forma sentí pánico. Si ella tenía mi número podía llamarme cuando quisiera, podía mandar esos mensajes cuando quisiera. Si ella comenzaba a hacer eso entonces no habría vuelta atrás.

El corazón me sobresaltó cuando llegó otro mensaje.

“Pd: recuerda registrar mi número, no quiero asustarte de nuevo…” era demasiado tarde. Ella había hecho algo más que asustarme definitivamente.

Estaba dando pequeños recorridos por la habit...

Tú y otras drogas juveniles 6

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Sentía presión en las manos y en el estómago. Sentía un nudo lastimándole la garganta. ¿Sentía celos?

Definitivamente si no era celos entonces no sabía qué. Magdalena decidió entrar al instituto o haría algo de lo que se arrepentiría más tarde.

Había llegado con un terrible dolor de cabeza al colegio y ese incidente había acrecentado más aún ese padecer. Estaba experimentando los primeros síntomas de la reciente abstinencia y Magdalena sentía que ese decaimiento se multiplicaba por dos

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