Amanda

La levanté sujetándola de la cintura y la senté sobre el escritorio, acaricié sus muslos subiendo poco a poco hasta encontrarme con sus bragas. Le acaricié la ardiente papaya que ya tenía completamente mojadas las bragas.

Amanda es una morena de cabello oscuro, largo hasta la mitad de la espalda y lacio, ojos oscuros, ceja tupida y una hermosa carita en su conjunto. De alegre carácter y siempre perfectamente arreglada cuando llega a clases. Desde la primera vez que entró en mi aula le puse el ojo encima, pues es del tipo de mujer que me fascina.

Yo soy profesor de historia, tengo 45 años y soy alto, elegante – por lo que comentan las chicas en el colegio. – Mi cuerpo se conserva perfectamente en forma gracias a u...

Belisa

Después del orgasmo ella comenzó a desnudarme y quedamos abrazadas finalmente sintiendo nuestros cuerpos, sus senos y los míos, sus muslos, mis muslos, las vulvas juntas y en las manos nuestras nalgas.

Cuando llegó Belisa a la oficina no pude por menos que sonreír ante su belleza, de cabello lacio y oscuro cortado a la altura de su cuello, fino y delicado; ojos pequeños y una sonrisa muy agradable. Vestía un traje sastre de color oscuro que dejaba apreciar que era una mujer delgada pero con bellas formas.

¡Buenos días! – dijo con su sensual voz.

¡Buenos días! – regresé el saludo sin apartar la mirada de su trasero.

Continué trabajando, de reojo vi que ella se sentaba dos escri...

Odette

El brillo en sus ojos me asustaba y entonces con movimientos torpes el sujeto me posó sobre la boca la gorda cabeza de su cosa.

Odette

Preparada estaba para la travesía, un largo viaje hasta América, las maletas estaban ya en el camarote del vapor y solo aguardaba la llegada de mi padre. El tiempo corría apremiante y no lo veía por ningún lado. Nerviosa me paseaba por las cubiertas del vapor, de su gran chimenea se desprendía una humareda grisácea que avisaba que las calderas se encontraban ya en su punto. El silbato de la chimenea dejó escapar un agudo silbido que anunciaba el pronto ascenso de los pasajeros que aun se...

Magnolia

La mano de Alfredo e movía ahora un poco más rápido sobre se tronco completamente erecto y también su respiración se comenzaba a agitar un poco, las caderas de su tío subieron y bajaron levemente.

Magnolia se levantó en la madrugada pues la sed no la dejaba dormir, hacía mucho calor por esos día de verana en casa de su tío Alfredo; la chica se encontraba de vacaciones en casa de éste y apenas era su tercer día en la casa. Una casa grande, de dos pisos y bellamente decorada que se encontraba escondida en un fraccionamiento privado en las bellas playas del caribe mexicano. Las casas distaban una de la otra por varios cientos de metros y casi se perdían entre la abundante vegetación del lugar.

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Las primas

El movimiento de la mano sobre la vulva fue aumentando minuto a minuto en intensidad y poco después se comenzó a escuchar ese ‘chop-chop’ que producen los jugos vaginales ya mamando del interior.

El verano comenzó bien desde los primeros días, todas las primas nos juntamos para pasar unas vacaciones lejos de la casa de nuestros respectivos padres. Trabajo nos había costado convencerlos de que nos encontraríamos perfectamente bien estando solas y lejos de casa pero afortunadamente habíamos conseguido el permiso.

Éramos en realidad cuatro jóvenes, todas hijas de familia, la más joven con 18 y la mayor de 24. Pues bien, nos encontrábamos en el aeropuerto esperando a la última que faltaba y...

Kimy

Ella acercó sus labios a los míos y desde esos instantes ya no fui mi dueño, sentí el aroma de su boca en mi rostro y fijándola firmemente con las manos en su cintura me agaché más y posé mis labios sobre los suyos. Segundos después mi lengua salía en busca de la suya y ella se apretaba más contra mi cuerpo.

Kimy es la hija del matrimonio que me hospedaba acá en Honolulu. Ella es una chica de 22 años, cabello oscuro y lacio que le llega a mitad de la espalda, ojos rasgados, clásicos de las personas de Hawai, la primera vez que la vi con su bikini puesto pues no dudé que en realidad era toda una belleza.

Yo tengo 45 años y soy profesor de la universidad, en esa ocasión estaba haciendo unos estudios con mi colega Shonn, padre de Kimy. Trabajábamos en un arrecife al que estábamos estudiando por petició...

Kimberly

La comencé a tratar como trataba a las demás putas con las que había estado. Pasé mi mano por su cintura y ella entonces se rió un poco. Llegó el mesero con su anís y yo le pedí una cerveza.

Como todos los hombres casados pues siempre he sido muy afecto a visitar algunos lugares prohibidos y en los cuales bellas chicas se entregan por alguna cantidad. Pero lo que les voy a relatar es algo que en verdad no me esperaba.

Entré en uno de tantos antros, era ya de madrugada. Venía acompañado por un par de amigos de la oficina y nos sentamos en una de las mesas del fondo, pedimos una botella y comenzamos a echar ojo para ver que era lo que encontrábamos. Mis amigos se sentaron casi ensegui...

Alejandra

La alcancé en la sala, ella estaba parada en silencio pero evidentemente excitada, en su rostro se le notaba. Me paré frente a ella, mi sobrina tenía la cara mirando al suelo, puse mis dedos en su barbilla y lentamente levanté su carita.

Eran las dos de la tarde y acababa de salir de una junta, inmediatamente fui hasta mi oficina para terminar los pendientes del resto del día, al poco rato uno de los jefes de personal pidió verme. Lo hice pasar y Jorge se acercó hasta mi escritorio y puso un fólder amarillo en la superficie.

¿De que se trata?

Es una solicitud.

¿Y que tiene que ver conmigo?

Creo que te va a interesar.

Tomé el expediente que estaba delante de mi y lo abrí, de inmediato reconocí a la chica...

Verónica

Bajó un poco el calzoncillo después de pasear su mano por el vientre de papá. Asomó la negra pelambrera y ella al verla sintió que su corazón le iba a salir casi por la boca. Jaló un poco más y se encontró con un miembro flácido, no era muy grande, debajo sus bolas colgaba sobre los muslos.

Verónica como es su costumbre por las tardes estaba en su cuarto terminando sus tareas escolares, ya casi era la hora de llegada de Emilio, su padre. Ansiosa Verónica terminó sus labores y se dirigió hasta la sala de la casa; su madre se encontraba terminando de hacer la cena. La puerta por fin se abrió y la chica corre hasta los brazos de su padre, como siempre el saludo es muy efusivo, lo abraza y le da un beso en los labios; solamente un beso tierno que no pasa de eso.

Pero dentro de la mente...

Maite

Luego de algunos minutos me levanté y elevándola con mis manos llevé a Maite hasta mi habitación, la recosté en la cama y allí le quité la minifalda y las zapatillas, quedó únicamente con su tanga de color blanco.

A sus diecinueve años era realmente hermosa, lacia cabellera rubia que le daba a la mitad de la espalda, frente amplia, cejas delineadas perfectamente, ojos verdes, nariz recta, unos labios delgados de exquisita forma y blanca sonrisa. Cuerpo delgado de senos pequeños pero hermosamente firmes, sus aureolas ligeramente oscuras, vientre plano y unas largas piernas ricamente torneadas. Sí en realidad toda una belleza.

Solo un problema me estorbaba para poder realizar con ella cualquier acto indecor...