Vacaciones espirituales.
Mi intención era pasar unas vacaciones aislado de todo y de todos los que conozco. Con la necesidad de despejarme y limpiar mi mente pero una cosa es lo que se pretende y otra cosa es lo que ocurrió.
Había estado planificando hasta el más mínimo detalle las vacaciones de este año 2019. No había dejado nada al azar. En abril se empezó a torcer todo y a finales de junio, lo deseche todo, se me habían quitado las ganas de vacaciones. Profesionalmente era imposible que me fuera mejor. La otra cara de la moneda es que anímica y personalmente me iba todo como un inmensa mierda.
Mi brazo derecho Mabí me insistía en que tenía que coger unos días de relax, que necesitaba despejarme y desde que dije que no...