Rachel 8. Cuatro mujeres para un marido. II

Era una verdadera sirena, descalza con el pantalón ceñido que le marcaban claramente la raja del culito e incluso los labios vaginales carnosos de la vulva. Mi boca se desbordó de flujos vaginales que las corridas de la niña expulsaban como un rio revuelto.

Tras ducharnos las dos en mi cuarto de baño, enjabonándonos una a la otra y acariciando los rincones prohibidos de nuestros cuerpos con el gel, Elena se enfundó un pantalón vaquero y la camiseta de tirantes que llegaba justo por encima del ombligo  que yo le presté, (la ropa digo, no el ombligo) pues su ropa seguía mojada por la lluvia.

-  ¿ Qué tal estoy, Kim ?. Me siento cómoda con tu ropa, gracias por prestármela.        – preguntó la niña tras hacer un gracioso movimiento con sus caderas para term...

Rachel 7. Cuatro mujeres para un marido.

Él devoraba con hambre mis abiertos labios vaginales introduciendo la lengua hasta lo más profundo de mi mojada gruta que comenzó a encharcarse con los líquidos calientes que fluían de mi ...

Entramos en la casa en dirección al salón.  Elena, la candidata al puesto de nurse de Pepín, andaba airosa hacia el sofá a la vez que se despojaba de la gabardina; yo detrás de ella pude observarla a placer: una melena de color castaño claro que llegaba justo hasta los hombros, la espalda erguida que terminaba en una estrecha cintura que apoyaba sobre firmes caderas. Su culito ligeramente carnoso y respingón lo culminaban unas piernas escandalosamente largas y torneadas.

-   Siéntate aquí, Elena.  – d...

Rachel 6. el osito de peluche de Kim.

¡ Vaya, te has traído el osito de peluche contigo !. – rió mientras me acariciaba el vello del pubis. El placer me atropelló. Aullé cómo una loca, un vendaval de lujuria me barría por arriba y por abajo. Los besos de Kate y los trompazos de mi hombre entre ms piernas ....

Esa noche, a pesar de mi inicial nerviosismo, se derribaron todos mis prejuicios, mis inquietudes, mis miedos.  Mientras Rach y Kate discutían acaloradamente respecto a cual de las dos dormirían con Pepín, yo entré en la ducha de la habitación de Rachel y Thomas.  Había llegado el momento de iniciarme en mi nueva profesión,  entregar mi cuerpo a mi profesor:  Tom.

Mientras salía de la ducha enrollada con una toalla, pude escuchar voces y risas que provenían del pasillo:  -  ¡ Eres abusona, Rach  !.  –...

Rachel 5. Kimberly.

Un caballero que me pidió que me subiese la falda y le mostrase las piernas, arguyó que como era una empresa de lencería .... - ¿ Vas a decirle que somos putas ?, ¿ que su trabajo será abrir sus piernas para nuestros clientes ?, ¿ qué su destino ha de ser el de una puta de lujo ?.

Dos meses

después

de la incorporación de Kate a la Sociedad, celebramos la primera “ junta de socios “

.  Habíamos decidido que, dadas las continuas discusiones, sugerencias e insinuaciones por parte de los tres, era necesario aunar criterios y concretar normas a seguir cada tres meses, a lo sumo.  El trabajo no podía marchar mejor.  Keit, había aportado no solo la novedad de su hermoso cuerpo, también la dulzura y profesionalidad que había adquirido con el tiempo.

-   Tom, esto no puede cont...

Rachel 4. el estreno de Kate.

Apretaba con mis muslos su cabeza y mis caderas empujaban mis abiertos pliegues hacia su boca; alcanzó con la punta de la lengua las paredes vaginales y las mariposas revolotearon en mi vientre y cuando llegó a mi dorado botón, el clítoris, el chispazo que sentí desencadenó múltiples convulsiones en todo mi cuerpo, ofreciéndole a Ron el primer intenso orgasmo de la tarde.

Dos días después, enseñé a Lucy el dúplex que habíamos alquilado tres meses antes, a los pocos días de iniciar nuestra humilde sociedad del folleteo.  Estaba situado en las afueras de la ciudad; formaba parte de una discreta urbanización, tranquila, sin problemas para aparcar el coche que cada tarde y, a veces noches y mañanas, transportaba al cliente de turno.  Aunque sin lujos innecesarios, lo amueblamos con gusto, muy coqueto.  Tenía tres dormitorios amplios, con grandes ventanales y  sus propios baños,...

Rachel 3. juegos a tres

Los 40.000 $ que él ofrece por tu cuerpo es por un servicio completo; en él se incluye cualquiera de tus agujeritos que se le antoje al cliente, boca, vagina y culito, querida Lucy.

-   Kate, quiero contarte una cosa .....  -  miré con una cálida sonrisa el bonito rostro de mi socia de la agencia de publicidad, mientras tomábamos café en el bar de la esquina.

Como creo haber contado anteriormente, Kate y yo habíamos fundado nuestra agencia de publicidad tres o cuatro años atrás.  Ella, entonces, era una jovencita que estudiaba el último curso de licenciatura con nula experiencia laboral, pero con un entusiasmo sin límites, dedicaba todo su tiempo a nuestro pequeño negocio, mientr...

Rachel 3: él hizo de mí su puta de lujo

Querido marido. Me ha sido muy fácil conseguir que tu amigo se corriese cuatro veces dentro de mí, aún conservo sus chorros de esperma en la vagina; la conservo por si quieres comprobarlo.

Me sentía cansada, la tremenda “ paliza “ que me había dado el moreno momentos antes  me dejó para el arrastre.  Si bien me hizo disfrutar como una perra en celo, no es menos cierto que yo había sido usada como moneda de cambio en alguna oscura transacción. Esa reflexión hizo sentirme sucia y solitaria; mi propio marido me entregó a otro hombre, me encogí sobre mi misma lloriqueando.  Lo tengo claro que para él solo soy basura, bueno, para él y sus correligionarios del partido que se habrán divertido la ost...

Rachel 2. mi marido me entregó

Lat, sé cuidadoso por favor. - Nunca ha entrado en mí algo tan grande, ¡ me vas a destrozar ! - miré su capullo que era del tamaño de una pelota de tenis.

Thomas regresó a casa más tarde de la hora habitual.  Últimamente las sesiones en el Parlamento eran interminables y sumamente aburridas, al menos así me lo parecían cuando ponía la tele y buscaba a mi marido entre los parlamentarios.

-  Hola Rach.  -  se inclinó hacia mí que estaba sentada en el sofá tomando una copa de vino blanco, rozó mi mejilla con sus labios  -  ¿ Cenaste ya  ?.

-   No Tom, te estaba esperando para cenar juntos, hace tiempo que no lo hacemos. -  respondí con cara de fastid...

Rachel

Esta es parte de la historia de la primera infidelidad no consentida de nuestra amiga Rachel. Me temo que no será la última.

Rachel

Salí de las Galerías de Oxford Street con dos bolsas en las manos y mi bandolera colgada del cuello.  Acababa de comprar algunas cosas para la cena y los dos siguientes días.  Esta tarde, por fortuna, libraba en el trabajo así que tenía cinco horas por delante para tomar una ensalada y tumbarme en el sofá.

-  ¡ Rachel !.  - escuché una voz familiar a mi espalda. Me detuve y Rob se situó a mi lado cogiendo una de las bolsas que colgaban de mis manos.  -  Vas muy cargada, cielo, deja que ay...

Melissa. ... cómo se vive sin ti

Mamááá ¿ nos vamos al Caribe ?, al mismo sitio donde tuvistéis vuestra primera aventura y quiero que repitamos los tres lo que hicisteis aquella noche, uuummmm lo de la doble penetración vaginal me parece escandalosamente morboso.

Carmen entró en su casa.  El asunto de San Sebastian se había ido complicando y lo que iban a ser 3 días se convirtieron en 12 . Estaba muy cansada y confundida, su hogar ya no era lo mismo, " que callada quietud, que tristeza sin fín, que distinto es todo si le faltas tú ", recordó la voz de Aznavour, estaba inmensamente vacío y ella misma también. Sintió frío, aunque había encendido el climatizador.

" ¿ Y ahora qué  ?, mi ira se fué aplacando con el paso de los días y me repugna las amenazas que hic...