¡Deja de jugar conmigo!
No me vuelvas loca, Patricia. Deja de jugar conmigo. Si quieres hacerlo dímelo y si no quieres dímelo también y ya está. No pasa nada.
De nuevo estábamos en la terraza de aquella cafetería teniendo la misma conversación de siempre.
No me vuelvas loca, Patricia. Deja de jugar conmigo. Si quieres hacerlo dímelo y si no quieres dímelo también y ya está. No pasa nada.
¡Joder! Claro que quiero. Sabes que si tiene que ser con alguien, será contigo, pero aún no estoy preparada. Me das algo de miedo.
Ya estamos con la historia del miedo... ¿Qué demonios crees que voy a hacerte?
No lo sé, Eva. Supongo que nada. Pero sup...