Secuestro, violación y amor
Una joven descubre lo peligroso que es hacer deporte por calles desiertas.
En la noche de alguna gran ciudad, cruzando las desiertas calles bañadas por la luz artificial se ve a una joven corriendo; sus pantalones de chándal y su sudorosa camiseta de tirantes dan a entender que no huye de nada, ni llega tarde a ningún sitio, simplemente es alguien a quien le gusta correr.
Las calles están bien iluminadas y se trata de un barrio tranquilo, nada indica que la chica corra un peligro inmediato.
La joven gira una esquina y se detiene para examinar la nueva calle. El pri...