El adiestrador: capítulo 12

La gatita recibe a su nueva "compañera"

La chica viste un pequeño top que le deja los hombros al aire, una diminuta minifalda de cuero negro, y unos zapatos de tacón aun mas altos que los que tu llevas ahora. Tiene la boca tapada con cinta americana, las manos atadas por las muñecas a la espalda, unidas por una cuerda muy cortita a otra que tiene en el cuello, lo que la obliga a retorcer los brazos hacia arriba, y después sigue ascendiendo hasta una gruesa rama del árbol que esta separada del tronco central, dejando espacio entre la victima y el...

El adiestrador: capítulo 11

La gatita confirma una vez mas que pertenece a un hombre imposible de saciar

El castigo llegó esa misma tarde. Tu dueño te lleva a la mazmorra bajo la casa, cierra la puerta tras de vosotros y enciende una tenue luz artificial. En el centro de la mazmorra pone dos taburetes separados medio metro.

-Súbete a ellos.

Te cuesta mucho con los tacones altos, pero logras subirte poniendo un pie en cada taburete. El amo une tus muñecas a tu espalda y las engancha a una cadena que cuelga del techo; tensa un poco la cadena, pero si levantas un poco los brazos inclindandote hacia de...

El adiestrador: capítulo 10

La gatita demuestra que tiene garras e intenta escalar puestos en la jerarquia del zoo que su dueño ha montado

Escuchas en silencio su respiración, es pausada. Sujetando como puedes tu cadena para que haga el mínimo ruido posible te acercas a la mesita y coges la llave, abres el candado, te pones en pie y sales de la habitación con cuidado. Abres tu arcón y sacas tus botas de yegua; nunca pensaste que las volverías a usar, pero necesitas algo duro en los pies. Tras un momento de duda te pones tu cola, crees que es importante hacerlo como gata. Por ultimo le robas al amo un buen puñado de bridas de plástico y sales a...

El adiestrador: capítulo 9

La gatita descubre porque debe temer a las perras

Tu dueño se duerme a la hora de la siesta sentado en el sofá mientras le haces una suave mamada, despacio, relajante, para que se duerma con sensación agradable y sin excitarse. Su respiración se relaja, te detienes, no se mueve, no dice nada; se ha dormido.

Te levantas y sales de la casa. Te acercas despacio a la jaula, miras hacia la casa temerosa, pero nadie te sigue, te paras junto a la verja y apoyas una mano en ella.

-Psssst. Chicas. ¿Estáis ahí?.

Una de ellas se asoma por el agujero...

El adiestrador: capítulo 8

La mascota comete su primer error como gatita y comprueba que la paciencia de su dueño se esta agotando

La rutina se adueña de tu vida. Te despiertas antes que él, le haces de despertador sexual e inicias tus tareas de limpieza y cocina.

Hoy estas cansada, la casa estaba llena de barro del día anterior, y la tarde tumbada no te esta ayudando mucho. Miras a tu alrededor, no le ves, así que te pones en pie y estiras tu espalda con placer, buscando darle un descanso entre barrer, fregar, y moverte a cuatro patas. Oyes sus pasos tras de ti.

-Gatita mala, ¿que habíamos acordado?

-Amo, es que me d...

El adiestrador: capítulo 7

La gatita empieza a adaptarse a su nuevo estilo de vida

Te despiertas al amanecer, levantas la cabeza por encima de los pies de la cama y ves un bulto inmóvil bajo las sabanas. Levantas la parte baja de las sabanas y te metes debajo, intentando que las cadenas hagan el mínimo ruido posible. Palpas con las manos medio a oscuras cuando crees estar a la altura adecuada, tomas su pene entre las manos y lames la punta una y otra vez como si fuera un helado. Te decepcionas y hasta te asustas, no responde, esta muerta, insensible. No te rindes, sigues insistiendo, tard...

El adiestrador: capítulo 6

La yegua pasa a convertirse en mascota domestica

Llevas dos días sin entrenar. Hoy también te has puesto tu uniforme al amanecer, como siempre, por si le daba por aparecer, pero no ha sido así, por lo que has terminado quitandotelo. Ya casi esta atardeciendo. Te examinas, no debes retrasarlo mas, o se terminara enfadando.

Vas a tu arcón y sacas tus útiles de depilación, consistentes en un tubo de crema hidratante y un rollo de esparadrapo.

-Lamento que tenga que ser así, pero no puedo fiarme en darte nada eléctrico o cortante, tendrás que hace...

El adiestrador: capítulo 5

El adiestramiento acaba y llega el examen. ¿Esta lista la yegua?

Dos días después te has hecho totalmente al carro. Te saca a pasear por los terrenos de alrededor de su finca y os desplazáis cada vez mas lejos, aguantas cada vez mejor el peso y el ritmo que te impone.

Cuando tu dueño te saca del establo, en vez de llevarte a la salida de la finca, volvéis a la plaza de adiestramiento. Te engancha al carro como siempre, y te hace ponerte de pie.

-Hoy es un día especial, vamos a alcanzar el máximo nivel. Para que una yegua tan hermosa como tu luzca bien, tiene...

El adiestrador: capítulo 4

Tras progresar en su adiestramiento, la yegua da su primer paseo por el mundo exterior

Te despiertas al amanecer. Gateas hasta el pequeño arcón que hay junto a una de las paredes de tu establo. Al cumplir tu primera semana de adiestramiento te regaló el derecho a tener algunas cosas propias. Abres el arcón y sacas tu uniforme. Te cepillas el pelo, pues a tu dueño le gusta liso y limpio de paja; examinas tu entrepierna, aun no hace falta depilarla. Te pones las botas y el corsé, que al estar esposada es lo que mas se te complica, te lo ajustas y lo aprietas un poco mas, justo en el limite entr...

El adiestrador: capítulo 3

Las intenciones del secuestrador se rebelan cuando el adiestramiento comienza en serio

La luz del Sol te despierta, no has oído levantarse la tapa pero si oyes ahora la reja, abres los ojos, esperas a acostumbrarte a la luz y levantas la vista; le ves sujetando tu cuerda, pero sin estirar, esperando. Te pones en pie, y avanzas hasta detenerte frente a él. Asiente contento de ver que estas aprendiendo y te saca con suavidad de la celda. Esta vez te deja de pie frente a los platos con agua y tu comida, algo similar a tu ultimo alimento; te arrodillas, comes y bebes mientras él te observa pacien...