Educando a una perra; ejercicios prácticos (1)
Voy a ponerte a prueba, mi pequeña zorra. Demuéstrame que eres una perra obediente y merecedora de mis favores. No me defraudes o me harás enfadar.
El regreso a casa tras uno de esos cansados y estresantes viajes de trabajo, siempre me supone un privilegiado momento de paz y de agradable reencuentro con las cosas que me son familiares y queridas.
En ese entorno agradable y reconfortante, mientras deshago la maleta, ordeno un poquito mis cosas y me preparo a tomar una reparadora ducha muy caliente, siento ganas de verte. O, mejor dicho, el deseo de tenerte, de utilizarte, de poseerte. Y de comenzar a poner en práctica todos esos planes que i...