El mecánico de papá
Un encuentro inesperado que acorta lo que de otro modo abría sido una larga espera.
Había ido con mi padre al taller porque el coche necesitaba unas reparaciones, mi padre tenia que hacer unas gestiones y yo decidí quedarme en el taller hasta que volviese a recoger el coche.
Me quedé a un lado leyendo mientras el chico miraba dentro del capó del coche, no se me escapó que estaba muy bueno y como hacía mucho calor trabajaba sin camisa con el torso manchado de aceite y oliendo a sudor, empecé a imaginar como sería si me empujase contra las máquinas de refresco que había al fondo,...