Íntima

Versos íntimos

ÍNTIMA

Tú no oprimas mis manos. Llegará el duradero tiempo de reposar con mucho polvo y sombra en los entretejidos dedos.

Y dirías: «No puedo amarla, porque ya se desgranaron como mieses sus dedos».

Tú no beses mi boca. Vendrá el instante lleno de luz menguada, en que estaré sin labios sobre un mojado suelo.

Y dirías: «La amé, pero no puedo amarla más, ahora que no aspira el olor de retamas de mi beso».

Y me angustiara oyéndote, y hablaras loco y ciego, que mi m...

Una fusta para Elena

Un matrimonio inmerso en la rutina, una criada dominicana que prepara a la señora como explosiva perra azotada para su marido.

UNA FUSTA PARA ELENA

Aquella noche el brillante y joven arquitecto Juan Orgavidez llegó tarde, como acostumbraba últimamente, al bonito chalet que poseía en la mejor zona residencial, acuciado por las exigencias de su trabajo, tan productivo como absorbente. Este ritmo de vida tan esforzado y vertiginoso, había supuesto un cierto abandono de su joven y bella esposa en casi todos los aspectos posibles, falta de atención que era fuente de discusiones continuas, además de causa de un enfriamiento i...

Carne de latigo

Continuacion de una fusta para Elena. Ahora le toca a la mulata recordar sus ancestros, carne de latigo y sexo para el amo.

CARNE DE LATIGO

La vida siguió, adecuándose a las nuevas costumbres en el domicilio de los señores Organvidez. Periódicamente, la criada mulata, Virginia, preparaba convenientemente a Elena, la maquillaba, la vestía con la indumentaria de la primera noche u otras que la doncella fue adquiriendo para su señora, apropiadas todas ellas para la exhibición de la hermosa anatomía de la hembra, gozando todas estas prendas de la mayor disponibilidad para el uso sexual y el castigo de su patrona. La azot...

Usa tu lengua conmigo

Pasala por mi cuello, por mis senos, recorre cada centimetro de mi piel, hasta hacerme desfallecer...estoy deseando sentirla dentro de mi...http://dianadelujo.spaces.live.com

Sueño cada noche con tu lengua húmeda y cálida por todo mi ser.

Te imagino recorriendo cada centímetro de mi piel.

Abro los ojos y confundo el cielo con el techo de mi habitación, de pura excitación.

Tiemblo sintiendo el calor de tu lengua, bajo mi ropa interior.

Me retuerzo, me acaricio, necesito algo para meterme por mis orificios.

Tus dedos, mis dedos. tu lengua...Si.! Eso quiero! Tu lengua!

Pásala por mi cuello, por mis senos, recorre cada centímetro de mi piel, ha...

El amor de mi abuelo

Entraba cada vez más profundo y lento hasta que chocó con mi himen, de un empujón lo rompió y sentí que lo abrazaba con mis labios, comenzó así a meterla y sacarla.

Mi relación comenzó hace unos cinco meses atrás, todavía hacia calor y sigo estudiando como buena alumna. Mis fantasías sexuales comenzaron desde temprano y las compartía con mis amigas que son más grandes que yo. Pero nunca había hecho nada pues a pesar de que tenia pretendientes, no iba más que un beso y caricias. Me di cuenta de este amor filial cuando empecé a sentir sensaciones profundas en mi, y justamente estaba mi abuelo cerca para descubrirlas en profundidad. Era un día de calor, mis padres...

Extraño, demencial, pero cierto intercambio (3)

No encuentro tiempo para contaros el asunto.

Extraño, demencial, pero cierto intercambio (3ª parte)

Antes de seguir debo precisaros que toda esta historia es verídica, mi esposa y yo la vivimos en primera persona. Yo no puedo evitar ponerme como un asno cada vez que lo recuerdo y Marisa aun sigue con en conejo tan escocido que le es imposible follar.

Vosotros pensar lo que queráis pero la historia es cierta y si queréis os daré detalles que corroboran mi relato.

Allí estaba yo, follando como un poseso y con la bendición de un ti...

Extraño, demencial, pero cierto intercambio (2)

Al fin, continuacion de la primera parte.

Extraño, demencial, pero cierto intercambio (segunda parte)

Cuando aquel tipo separo las piernas de Marisa y comenzó a penetrarla sin contemplaciones, algo me impulso a levantarme de la butaca y me situé en cuclillas sobre la alfombra cerca de la pantalla. En la esquina superior, (creo que izquierda), de la pantalla, un primer plano del rostro de mi esposa mostraba a las claras que por encima de su miedo y angustia se sobreponía una excitación máxima, un morbo brutal.

El tipo seguía bombean...

Noctambula y sola

El nunca lo sabrá. no sé ni su nombre y él no supo el mio.

NOCTAMBULA Y SOLA

Nunca lo sabrá, Pasó por tu vida como un viento huracanado de verano. A su antojo abrió compuertas, olvidadas y quietas y desató una tempestad.

Mientras de cara a la ventana tus ojos se detienen en esta extraña luz de otoño a punto de declinar el día y tu mano empieza a despertar vas recordando su mirada esquiva, su sonrisa, el rictus de su boca, el gesto de sus dedos, la ceja que arqueaba haciendo una pregunta retórica mientras los labios se abrían a la sonrisa…la nariz...

Hombre casado amante de las pollas

Esta es una confesión de un hombre casado sobre la primera vez que le fue infiel a su esposa con otro hombre.

Tenía yo siete años de casado cuando le fuí infiel a mi mujer por primera vez. Y le fui infiel con un hombre. Yo siempre había sentido cierta atracción hacia los del sexo masculino. Siendo niño en la finca familiar solía escurrirme hasta el área donde los trabajadores tomaban un baño al final de una agotadora jornada de trabajo. Era un área abierta y ellos sin ningún pudor se bañaban como a las 5 o 6 de la tarde, todos desnudos y hacían chistes y cantaban mientras yo me sentaba cerca de ellos a observ...

Extraño, demencial, pero cierto intercambio de par

Hace unos 10 días se nos ocurrió, a mi mujer y a mi, acudir a un club de intercambio de parejas. La idea nos rondaba por la cabeza desde algún tiempo atrás.

Extraño, demencial, pero cierto intercambio de parejas (primera parte)

Hace unos 10 días se nos ocurrió, a mi mujer y a mi, acudir a un club de intercambio de parejas. La idea nos rondaba por la cabeza desde algún tiempo atrás.

Ninguno de los dos estaba realmente dispuesto a dar el paso pero, creo, que ambos queríamos ver hasta donde llegábamos antes de rajarnos y volver a casa. Podemos decir que nos estimulaba la idea, que nos producía morbo, pero en el fondo éramos incapaces de llevar a...