Un padre de familia (III)
Desde aquel encuentro en el baño, no había vuelto a saborear aquel pollazo. Yo estaba que me subía por las paredes. Pero una tarde, poco antes de Leo y Katty se mudasen, empezó a cambiar mi suerte.
Un padre de familia (III)
Desde esa tarde en el baño, la idea de que Leo me preñase el culo se convirtió en casi una obsesión. En mi relación con mi novio soy yo el que suele hacer de activo, muy pocas veces he dejado que otro tío me folle porque la idea no me suele motivar mucho, pero con Leo era distinto. Su masculinidad y el mismo hecho de que estuviese casado me hacían sentirme prácticamente sometido cuando estaba junto a él.
El tiempo para que Leo y Katty se mudasen se estaba terminando...