Confinado con Tía Carmen 4

La segunda noche con tía Carmen me llevó a disfrutar de una velada de vicioso sexo que terminó con el descubrimiento de otro de sus acogedores agujeros.

Aquella misma mañana mi tía me había bañado como a un niño, me había depilado y me había desvirgado analmente con sus dedos. Por la tarde me había llevado a su cuarto para una siestecita especial bien fetichista donde me había probado algunas de sus prendas de ropa interior y me había masturbado con ellas puestas. No podía imaginarme lo que deparaba la noche.

El confinamiento de marzo de 2020 en España por el Covid 19 me había dejado encerrado con mi tía Carmen, mujerona madura, rellenita y corpulenta...

Confinado con Tía Carmen 3

Tía Carmen continuó haciendo mis fantasías realidad. Primero me depiló y jugó con mi culito. Después, por la tarde, me llevó hasta su cuarto para una fetichista fiesta de ropa interior.

La mañana siguiente desperté en la cama de mi tía pensando que todo había sido un sueño. Al verme desnudo y en aquella habitación me di cuenta que el sueño había sido muy real. Me levanté, fui al baño y después a mi habitación para vestirme con un viejo chándal de estar por casa y una camiseta.

Tía Carmen desayunaba en la cocina. Su vestimenta era de lo más sugerente, al menos para mis fetichistas estándares. Llevaba un delantal blanco, sin nada más debajo que unas bragas color carne, del tipo de viej...

Confinado con Tía Carmen 2

Descubrí que Tía Carmen era una mujer tan guarra y fetichista como yo. Aquella misma noche me desvirgó, pero antes me dio una la cena de manera muy especial.

Tía Carmen me había pillado haciéndome una paja mientras olía sus bragas sucias. Más que eso, había descubierto mi historial de porno repleto de videos de incesto, mujeres mayores con jovencitos, todo tipo de fetichismos raros, dominación femenina,… Lejos de enfadarse o echarme de casa por pervertido y enfermo me había “castigado”, dándome una azotaina para después hacerme un soberbio pajote mientras yo le comías las tetas.

El Covid 19 me había dejado encerrado con aquella mujer de 50 años, pechugona,...

Confinado con Tía Carmen 1

Relato de incesto, fetichismo, un poco de infantilización, dominación femenina “media” y sexo muy guarro. Mi tía y yo, encerrados solos durante el confinamiento del coronavirus, dimos rienda suelta a nuestras fantasías más guarras y fetichistas.

Tía Carmen, la hermana mayor de mi madre, vivía sola en un pequeño piso en el centro de la ciudad. A sus 50 años era una mujer muy activa y aunque no trabajaba se pasaba el día yendo con las amigas a pasear, a tomar café, hacía mil cursos: de informática, inglés, costura,.. Era viuda y sus hijos ya hacía años que habían volado del nido para hacer sus vidas. Sus ingresos provenían de una pensión de viudedad que le permitía vivir sin ahogos económicos e incluso hacer algún viajecito.

El confinamiento de...

Mamá quería mi virginidad 8 FINAL

Mamá y yo celebramos el aniversario, un año después, de la perdida de mi virginidad en sus manos. No solo era una noche de sexo, era una noche de amor.

Un año después de que mamá me desvirgara ambos continuábamos viviendo nuestro idilio cargado de pasión, erotismo y sexo. Empecé mis clases de la universidad y mamá seguía siendo la sencilla ama de casa que se desvivía por su hijo, con la pequeña particularidad de que no solo era eso, su hijo, era también su amante. Para nosotros ya se había convertido en algo normal y aunque supiéramos que no podíamos ser una pareja al uso no nos importaba. En nuestra rutina de madre e hijo el sexo era solo la mejor manera...

Mamá quería mi virginidad 7

Mamá y yo, cansados de disimular ser una madre e hijo normales, hicimos una pequeña escapada a la playa donde nadie nos conocía, pudiendo dar rienda suelta a nuestra pasión.

Obviamente la incestuosa relación con mi madre era un secreto que guardamos entre nosotros. Con amigos y conocidos nos comportábamos con normalidad. La pasión, el deseo y el sexo solo se desataban dentro de casa. Para cambiar esa rutina decidimos hacer una escapada aprovechando las vacaciones. Reservamos un par de semanas de hotel en un centro turístico de playa. Sol, arena, agua y sexo eran los ingredientes para unas vacaciones perfectas. Además, allí nadie nos reconocería.

Durante los primeros días...

Mamá quería mi virginidad 6

Una tarde noche de verano con mi viciosa madre.

En pleno verano, tres meses después de que mamá me arrebatara la virginidad, el sexo entre nosotros era cada vez mejor. Mamá era una mujer madura, atractiva y con experiencia mientras que yo era un joven vigoroso, lleno de energía y deseo por mi progenitora. Ella me enseñaba los misterios del sexo y yo le correspondía con el irrefrenable deseo y fogosidad de un chico de 18 años recién cumplidos. La combinación entre nosotros era explosiva y la pasión no había disminuido ni un ápice.

Terminé el institu...

Mamá quería mi virginidad 5

Mamá me mostró su parte viciosa y me entregó su virginidad anal

Un mes después de que mamá consiguiera mi virginidad el ritmo de sexo no había bajado en lo más mínimo. Cuando las puertas de casa se cerraban dábamos rienda suelta a nuestra pasión, disfrutando el uno del otro como si nos hubiéramos convertido en adictos. Después del instituto o los fines de semana quedaba poco con mis amigos y regresaba pronto con mamá, sediento que aquella hembra. Acababa de descubrir el sexo de manos de mi propia madre y siempre estaba impaciente por volver a estrechar entre mis brazos...

Mamá quería mi virginidad 4

Después de la mágica noche donde mamá me desvirgó nuestra relación cambió completamente y entramos de lleno en una nueva vida de sexo y vicio.

Unos días después de que mamá me arrebatara mi virginidad me sentía más feliz que en toda mi vida. De puertas a fuera teníamos una relación normal, pero cuando estas se cerraban actuábamos como si fuéramos una pareja. Nos acostábamos cada día, si no era por la mañana antes de irme a clase era por la tarde cuando llegaba o pasábamos eternas noches de pasión y placer. Más de una vez repetíamos, insaciables de nuestros cuerpos.  Ya no quedaba sitio para los remordimientos, los sentimientos de culpabilidad o in...

Mamá quería mi virginidad 3

Finalmente mamá consiguió que todas mis dudas y la sensación de culpabilidad se desvanecieran. Me rendí, entregándole lo que tanto había deseado, mi virginidad.

El sábado desperté tarde. Durante la noche apenas había dormido. Estaba demasiado tenso, nervioso y me sentía muy culpable. Había estado a punto de sucumbir, de follarme a mi propia madre. Aquello me hacía sentir realmente mal, por mucho que mientras estaba con ella gozaba como nunca había imaginado.

Me encerré durante la mañana en mi cuarto con la excusa de tener que estudiar. A la hora de comer lo hice en silencio, sin mirarla. Ella parecía tranquila, actuando con normalidad y como siempre, muy segu...