Una pija increible (3)

Estaba divina, quería dejar en él el grato recuerdo de esta puta rendida a sus dotes varoniles y yo misma quería aprovechar, tal vez la última sesión de sexo con este semental increíble.

UNA PIJA INCREIBLE III

En las anteriores narraciones, conté como lo conocí a Javier y relaté también ese fin de semana glorioso en Mar del Plata. Sin dudas, este hombre, sabía como hacerme sentir su hembra y gozaba muchísimo con cada encuentro con él.

Una tarde, me llama por teléfono y me cuenta de su pronta ida a Italia, una oportunidad de trabajo formidable, para no desperdiciarla. Realmente me puso triste, no todos los días una se encuentra con machos así. Decidimos un último encuentro...

Una pija increible (2)

Ya había disfrutado de esa pija y ahora tenía otra oportunidad...

UNA PIJA INCREIBLE II

Hacía un tiempo que no me veía con Javier. Todavía me humedezco pensando en su terrible poronga. Pero su invitación a pasar un fin de semana juntos en su casa en Mar del Plata, me había puesto a mil.

En mi bolso, solo puse ropa de mujer, no me interesaba ser otra cosa con él, ya había sentido todo el rigor de su herramienta haciendome sentir más hembra que nadie. Mientras terminaba de elegir la lencería y los maquillajes, encontré un poco de placer en mi consolodor que...

Si de coger se trata...

La voz que me susurró al oído, sonaba como música para mí. – Me encanta es culito...- Su mano se deslizó sobre mis nalgas y si por mí fuera me hubiera bajado los pantalones y la tanguita ahí mismo.

SI DE COGER SE TRATA...

La voz que me susurró al oído, sonaba como música para mí. – Me encanta es culito...-

Su mano se deslizó sobre mis nalgas y si por mí fuera me hubiera bajado los pantalones y la tanguita ahí mismo. El viaje en el ascensor, duró 5 pisos, hasta llegar al departamento de Carlos, mi amante desde hace varios años. Jorge, quien deseaba mi cola, era su amigo, invitado a participar en una sesión de sexo con nosotros y quien bajó a abrirme la puerta de calle.

Entré al d...

Era su puta los domingos (2: Osvaldo me entregó)

Ya hacía unos meses que nuestras sesiones de sexo eran cada vez más asiduas. Desde aquel día en que me encontró vestida de mujer y tuvimos nuestra primera relación, los encuentros se fueron repitiendo 2 ó 3 veces por semana.

ERA SU PUTA LOS DOMINGOS II (OSVALDO ME COMPARTE)

Ya hacía unos meses que nuestras sesiones de sexo eran cada vez más asiduas. Desde aquel día en que me encontró vestida de mujer y tuvimos nuestra primera relación, los encuentros se fueron repitiendo 2 ó 3 veces por semana. Yo me sentía fascinada, por Osvaldo, muy varonil y con una virilidad increíble. Su formidable herramienta no paraba de funcionar nunca y como consecuencia de ello, yo me sentía cada vez más puta y la verdad eso, me encantaba....

Un trío me llena de placer

No siempre, se tiene la oportunidad, de ser bien cojido por tres hombres a la vez.

Un trío me llena de placer

Lo que contaré a continuación, me pasó la semana pasada. Hacía unos días, que después de haber respondido a un lector de mis relatos, un mensaje, comenzamos a tener una fluida comunicación epistolar. Obviamente, el tenor de dichos mail, eran exclusivamente sexuales, lo de siempre, que me gusta, que deseás, ¿harías tal cosa?, harías tal otra?, que te tengo ganas y así hasta que al fin, tuvimos una comunicación telefónica.

Estaba superclaro, que lo que Fernando...

Dos pijas para mi

Una de mis primeras sesiones de sexo, fue con dos chicos que conocí en la calle. Tenía 17 años y mis deseos de estar bien cojido eran permanentes, solía masturbarme varias veces al día, recurriendo a distintos elementos para autopenetrarme, desde cepillos hasta hortalizas de buen tamaño.

DOS PIJAS PARA MI

Una de mis primeras sesiones de sexo, fue con dos chicos que conocí en la calle. Tenía 17 años y mis deseos de estar bien cojido eran permanentes, solía masturbarme varias veces al día, recurriendo a distintos elementos para autopenetrarme, desde cepillos hasta hortalizas de buen tamaño. Gozaba muchísimo vistiéndome de mujer y maquillándome para luego darle a las comentadas masturbaciones.

Bueno la cosa es que era una noche de verano y salí a dar una vuelta por el centro,...

Era su puta los domingos

Tenía 17 años y el placer de vestirme de mujer ya era una pasión para mí.

Tenía 17 años y el placer de vestirme de mujer ya era una pasión para mí. Vivía en un amplio departamento con mi familia. Los domingos era mi día preferido, mis padres, salían todo el día y yo aprovechaba para dar rienda suelta a mi pasión, transformarme en mujer todo el día.

Serían como las 10 de la mañana, cuando ya solo, empecé mi transformación, mi contextura física era chica, tenía bonitas piernas, una cintura chiquita y la colita dura, mi cabello, largo hasta los hombros y ondulado ya de p...

Una pija increible

La pijas grandes siempre fueron mis predilectas y esta vez no me iba a achicar. Sergio, un viejo amigovio mío, que supo darme terribles cojidas, me conectó con un amigo suyo que gustaba de transformistas, pero que tenía una dotación, es decir un choto, de dimensiones fuera de lo común.

UNA PIJA INCREIBLE

La pijas grandes siempre fueron mis predilectas y esta vez no me iba a achicar. Sergio, un viejo amigovio mío, que supo darme terribles cojidas, me conectó con un amigo suyo que gustaba de transformistas, pero que tenía una dotación, es decir un choto, de dimensiones fuera de lo común. Cuando pregunté por su medida real, 27 cm de largo por 8 cm de ancho. Al principio me reí, pues ya es una vieja costumbre, mentir acerca de las dimensiones de los penes, pero debo reconocer que...

Me recogieron en el cine

Era una tarde propicia, el cine XXX, desbordaba miradas calientes que demostraban sed de sexo. Me senté en la última fila y posé mi brazo derecho sobre el respaldo de la butaca vecina y vacía. Me quedé impactado con la imagen de una pija enorme, penetrando un culito de una partenaire, cuando entré al cine estaba caliente, ahora ya ardía, necesitaba una poronga.

Era una tarde propicia, el cine XXX, desbordaba miradas calientes que demostraban sed de sexo.

Me senté en la última fila y posé mi brazo derecho sobre el respaldo de la butaca vecina y vacía. Me quedé impactado con la imagen de una pija enorme, penetrando un culito de una partenaire, cuando entré al cine estaba caliente, ahora ya ardía, necesitaba una poronga. Como si me leyeran el pensamiento, un tipo se paró detrás de mi brazo apoyado y sobre mi mano, refregó su duro bulto, mis reflejos hicie...

Adoro las pijas

Yo tenía 18 años y vivía con ganas de ser cojido permanentemente, y Claudio, con 2 años más que yo, poseedor de una pija de tamaño considerable y con mucha vitalidad, me satisfacía plenamente.

Se cumplían 2 meses desde que salía con Claudio. Realmente, era el macho que necesitaba para calmar mi apetito sexual permanente.

Yo tenía 18 años y vivía con ganas de ser cojido permanentemente, y Claudio, con 2 años más que yo, poseedor de una pija de tamaño considerable y con mucha vitalidad, me satisfacía plenamente. Vivía solo y eso ayudaba a que cojiéramos todos los días y a cualquier hora. Yo sabía que él siempre tenía ganas. Le gustaba, además, que me vistiera de nena para él, y a mi que...