Doña Luisa 03: black mail
Otra vuelta de tuerca a la historia de nuestra dulce viuda amorosa y Plas.
Titubeo antes de tirar del picaporte. Estuvo a punto de echarse atrás. Doña Luisa siempre le había impuesto respeto. Pero había caminado hasta el chalé desde la parada del autobús fantaseando, recordando las horas muertas que había pasado agazapado tras el parterre del jardín, observándola cuando, tras caer la noche, se recogía en casa con su perro. En el momento en que, por fin, se encontró ante la puerta, dudó. Entonces recordó su rostro al recibir al perro, la crispación de su gesto, el modo en que movía...