Observando a los vecinos.

Un solitario hombre recupera su memoria sexual luego de una experiencia visual que involucra a un joven y a una sensual morena. Las consecuencias lo llevarán a animarse a lo prohibido. Contiene: Voyerismo, Autosatisfacción.

Mi nombre es Cesar

,

y

a estas alturas de mi vida siento que ya lo he vivido tod

o. N

o tengo objetivos por cumplir. He ganado suficiente dinero en la vida

gracias a la medicina que puedo darme el lujo de

exiliarme

en el

confort

de mi casa y

allí

vivir una calma

existencia.

A pesar de mi edad, n

o me sentía viejo, sin embargo el espejo, las canas y las arrugas

decían

todo lo contrario.

Nunca me dio por tener una mujer, menos hijos...

La apuesta de Susana (III)

Tras ganarle la apuesta a Andrés, ¿cuál será el próximo reto de Susana?

  • Por cierto, Paco me ha mandado recuerdos para ti

El mero hecho de oír el nombre de Paco y recordar la noche de hacía menos de un mes, me excitó

  • ¿Ah sí? ¿Qué tal le va la vida de jubilado?
  • Pues ahora un poco liado. Le están preparando una fiesta sorpresa en el pueblo pero al final ya sabes cómo son estas cosas; termina enterándose el homenajeado de casi todo
  • ¿Una fiesta de jubilación? Vaya… ¿y se puede ir a esa fiesta?
  • Pues… en principio solo invitan a una chica para que le dé la sorpresa a...

Mirón a la fuerza

Tres tipos me encierran en los cuartos de baño del instituto lo cual aprovechan para follarse a mi novia delante mía, lo cual ella acaba disfrutando.

-¿Estas segura de esto?

-Deja de hacer el numerito del caballero. Est

á

s deseando hacer esto mas que yo.

A quién quería engañar, era cierto. Desde que Silvia me había propuesto hacer esto no había pensado en otra cosa. Follar en los baños del instituto, una de esas fantasías que se le pasa mil veces por la cabeza a un adolescente, iba a hacerse realidad para mi. Realmente era un riesgo controlado. Íbamos a hacerlo en el horario de clase, pero justo en la hora de las c...

La maestra de catecismo

Relato resultado de cosas que me sucedieron a mí con algunos tipos y algunas en las que observé a mi mamá ser blanco de morbosos y cochinos hombres y hombrecillos. Saludos y muchos besos.

La maestra de Catecismo

Parte 1

Mi nombre es “Lucy” y me encanta el exhibicionismo. Soy bajita de estatura, tez blanca, cabello negro, ojos color café, un rostro angelical con pequitas en mis mejillas. No tengo mucho busto pero si unas piernas bien formadas y unas nalgas muy bonitas (me gustan) son grandes y regordetas (pero bien formaditas). Soy la típica mujer que piropean en la calle. Me gusta que me chiflen cuando me ven las pompis. También me da mucho morbo y excitación cuando en el camión...

Un mal día

Marina llevaba un día de perros. Aún quedaba lo mejor por llegar.

Todo había empezado mal.

Se había dormido, había tenido que correr para llegar al trabajo, y aún así lo hizo tarde. La jornada laboral trajo consigo una concatenación de problemas que la habían obligado a salir mucho más tarde de lo habitual de la oficina, perdiendo la oportunidad de regresar en el coche compartido.

El otoño había llegado por fin, y la brisa era fría. Su vestimenta era suficiente para la media tarde, pero tenía frío. No soportaba el frío, y decidió correr hasta la parada del aut...

Mi marido me ofrece a un vagabundo

Y sentí una suave caricia en mi ya roja nalga. El mendigo había acariciado mi tersa y dura nalga. Mi marido le había permitido tocarme. Yo seguí quieta, expectante por lo que pudiera pasar. Pero cuando la mano se deslizó en la raja entre las nalgas noté cómo mi flujo aumentaba.

He tardado en volver a publicar, pero es que tengo poco tiempo libre, espero que me perdonéis y me premiéis con muchos comentarios. Besos perversos a tod@s.

Volvíamos de una fiesta, lo recuerdo perfectamente. Una aburrida fiesta de alta sociedad donde vas a que te miren y a que te admiren, sólo por cumplir con un compromiso de Javier. Champán y trajes de noche, canapés y poco más. Con grupos de mujeres que sólo van al gimnasio y a quienes las sirvientas les limpian y llevan los nenes al cole. Y hombres...

Mi mujer y mi cuñada

Tras unos días de experiencia voyeur, cabé follándome a mi mujer y mi cuñada

Acabamos el fin de semana en la playa, y a la vuelta, mi mujer, mi cuñada y yo, decidimos quedarnos en nuestra casa.

Su hermana, mi cuñada, vivía apenas cruzando la calle, en el chaflán de delante, pero para que no se quedara sola, porque el resto de la familia estaba en a playa, se quedó a dormir en casa.

Al dejar las bolsas, preguntó a su hermana, si tenía algo para ponerse para dormir.

Maria la hermana de mi mujer, es castaña, menuda, de pechos pequeños pero firmes. Un buen culo y...

Nosotros disfrutando y el vecino mirando

Historia que nos paso en nuestra casa y de la cual disfrutó el que todavía sigue siendo nuestro vecino.

Mi nombre es Javier, tengo 35 años, mido 1.76 y soy más bien delgado. Mi mujer se llama Elena, tiene 35 años también, es delgada y mide 1.61, ella es bastante guapa, tiene un culo  digno de mirar y aunque sus tetas no son grandes, son firmes y duras. Llevamos más de 15 años juntos y nos llevamos muy bien.

Viernes, mi jornada laboral había acabado, abrí la puerta de casa y subí por las escaleras hasta la segunda planta, desde la puerta del salón puede ver a Elena en la terraza limpiando los cristales ...

Mi mamá visitadora conyugal (el padrote)

La vida en la cárcel es complicada, difícil, todo tiene precio, en especial tu seguridad, para ello había que pagar "cuota" para no ser molestado, agredido o violentado, vamos todo un centro de "re adaptación social" el pago de cuota puede ser de 2 maneras en efectivo o en "especie".

La vida en la cárcel es complicada, difícil, todo tiene precio, en especial tu seguridad, para ello había que pagar "cuota" para no ser molestado, agredido o violentado, vamos todo un centro de "readaptación social" el pago de cuota puede ser de 2 maneras en efectivo o en "especie".

Contaba con 25 años cuando ingresé al penal, fui a dar a la cárcel por 6 años, motivo el maldito alcohol, pasado de copas agredí a una persona con una navaja casi matandolo; Mi esposa no soporto mi encierro me abandonó lle...

Anita al natural viii

Continúan las aventuras de Anita en un verano inolvidable para Jorge. Ya siento ser tan lento y os pido mil disculpas.

Ya se estaba haciendo una costumbre que por las mañanas fuese a ver a Anita a su casa o al bar de sus padres. Mi primo Guillermo también procuraba estar más tiempo con Verónica y yo escapaba en cuanto podía a estar con mi desinhibida amiga. Ese día fui a buscarla al mediodía. Era un día soleado y muy caluroso y apenas había gente en la plaza del pueblo. Solo dos ancianos estaban sentados en la terraza del bar. Dentro solo encontré a Emilia, que ordenaba unas cajas en la zona de tienda.

-Hola ¿Está Ani...