Trío inesperado para un joven pintor
Maite y yo entramos en la habitación, el olor a pintura era muy intenso, iba quedando menos para acabar. El chico que pintaba los marcos de las puertas, no tendría ni 20 años, no era muy alto, pero era musculoso y muy guapo.
Maite y yo entramos en la habitación, el olor a pintura era muy intenso, iba quedando menos para acabar. El chico que pintaba los marcos de las puertas, no tendría ni 20 años, no era muy alto, pero era musculoso y muy guapo.
Llevo tiempo queriendo hacer un trió y mi mujer estaba dispuesta, o eso me había dicho.
Vi como Maite se quedo embobada mirando al joven pintor, le llame la atención y le costo centrarse. Se molesto porque me reí.
Salimos al pasillo y le dije: Montemonos el trió con el, ahor...