Mis dos amigos y yo (2)

Aquí os cuento la segunda parte de mi primer trío con dos amigos míos. !! Fue excelente !!

Yo, al ver que cada vez les iba creciendo más sus pollas bajo el slip, no paraba de mirárselas, aunque de reojo, pero tan solo les podía ver lo que me dejaban puesto que tal vez por darle corte, se iban tapando ambos, con dos cojines que allí habían.

Entonces al notarme ya demasiado mojada y con miedo de que se me llegase a notar ya en mis braguitas, les dije entre risas que, ya que estábamos los tres tan excitados y no había cojines para taparse todos, lo mejor sería que no hubiese para ninguno, y qu...

Masaje sin límites (ella)

Llevabas años fantaseando con ello. Lo sabía. Me lo habías dicho decenas de veces. Mientras hacíamos el amor, cuando nos emborrachábamos… Pero también sobrios, con la cabeza fría y nuestros sexos calientes y húmedos… Te encantaba imaginarlo.

Primera parte: http://todorelatos.com/relato/135982/

Segunda parte: http://todorelatos.com/relato/136082/

Llevabas años fantaseando con ello. Lo sabía. Me lo habías dicho decenas de veces. Mientras hacíamos el amor, cuando nos emborrachábamos… Pero también sobrios, con la cabeza fría y nuestros sexos calientes y húmedos… Te encantaba imaginarlo. Constantemente me pedías que te comiese mientras me follaba con el consolador, y me decías que cómo era sentir dos pollas para mi.

La fantas...

Mis dos amigos y yo ( 1 )

Aquí os cuento mi primer trío con dos amigos míos. ¡Fue excelente¡

Hola, me llamo Lola. Soy una mujer joven, apasionada de los relatos eróticos, con los cuales desde hace un tiempo y debido a mi actual situación amorosa, suelo apagar mis calores masturbándome como una loca mientras los voy leyendo.

Dichos relatos me ponen de lo más cachonda, así que al no tener ahora a ningún “folla amigo” con el que poder contar, me las tengo que arreglar yo sola, acabando por hacerme una gran experta en todo eso de los orgasmos en solitario.

Fue así como al ir viendo todo lo...

La visita de Celia en Semana Santa

En este caso os traemos una historia en la que el inicio es totalmente real mientras que la parte correspondiente al sexo explícito es cómo nos gustaría que acabara todo esto. ¡Esperamos que os guste y que realmente la historia termine así!

Siempre habíamos tenido muy buena relación con nuestra gran amiga Celia. Se trata de una excompañera de trabajo de Sofía, la cual ya trabajaba en el restaurante cuando ella llegó. Fue la que la recibió con los brazos abiertos y le enseñó cómo funcionaba todo.

Celia es una muchacha morena, de la misma estatura que Sofía y algo más joven que ella, unos 24 años. No se puede decir que sea una chica extremadamente atractiva, sin embargo, tiene algo que hace que todo el mundo se termine fijando en ella.

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Un cuento de tres

Una pareja de lesbianas y un chico hetero prueban un trío

UN CUENTO DE TRES

A SUS 33 AÑOS, Diego  había vivido de todo. Una carrera universitaria, juergas constantes, un matrimonio fracasado, paternidad y hasta un accidente de tráfico que le había hecho perder parte de movilidad en la pierna derecha.  Había disfrutado del sexo como el que más. Era un hombre fornido, no demasiado alto ni guapo, pero resultaba irresistible para las mujeres. Su espeso cabello negro, su perspicaz  sentido del humor y, todo hay que decirlo, su generosidad en la cama hacía que par...

Carretera de servicio (continuacion)

Yo iba cnduciendo, ella se acerco a mi oido y dijo...cariño para donde puedas, me esta comiendo el coño como un loco ,me corro y quiero que me folle

CARRETERA DE  SERVICIO (CONTINUACION)

Carmen se levanto  de  la  mesa y  se dirigió al  baño  del restaurante, Javi  se  hizo cargo  de  la  cuenta que  se empeño en pagar  comente  que  podíamos  ir  a  un pub  que  yo conocía  donde había  un ambiente  muy agradable con  música tan solo  de  baladas y  donde   servían  un café  irlandés (frio) que  era  una  delicia, estaba  de acuerdo,  la idea  de  escuchar  música tranquila le  pareció una buena  idea.

Carmen   vino  hasta nosotros le  come...

Carretera de servicio

Yo iba conduciendo, ella se acerco a mi oído desde el asiento de atrás donde estaba y me dijo...... para donde puedas cariño, me come el coño como un loco,me estoy corriendo y quiero que me folle!!!!

Carmen   y yo (Vicente) estabamos  en casa, tras una  dura jornada de viernes nos  disponiamos  a cenar, entre  bocado y  bocado le dije  a  Carmen.

Te apetece  que  mañana  quede  a cenar  con  un  chico  de  Vileona que   he conocido por internet? estaba  tan  cansada que  apenas dijo nada,tan solo, bueno  si es  a cenar puedes quedar.

Claro  en principio cenar y charlar un rato y  nos  conocemos.

Bien, dejemoslo para  mañana, ahora  quiero terminar  de  cenar y acostarme  ..estoy rendid...

Una tarde de sueños realizados

La lectura de relatos eróticos, hacen revivir momentos de un estupendo sexo.

Eran las 12'30 de la noche, después de haber pasado toda la tarde tumbada en el sofá, mirando la televisión, pero no viéndola. Había estado con fiebre y era lo único que me apetecía hacer.

De pronto me vino a la cabeza que mi amante me había dicho que me iba a escribir un relato basado en nuestras experiencias con mi marido. Salí corriendo y  al abrir mi correo, allí estaba esperándome ese relato tan deseado.

Lo leí primero muy muy deprisa intentando engullir todas esas experiencias que fantasea...

Una tarde divertida

Esa tarde, que haciendo un trio, ves como disfrutamos todos los que jugamos.

Dos pares de manos acariciaban tu cuerpo bajo el edredón. Tu piel era suave y receptiva a las caricias como pocas veces recordabas. Sentías cada pasada, cada presión de los dedos, en tu espalda, en el interior de tus muslos, en cada zona sensible aunque, a decir verdad, toda tú sentías en cada parte donde te rozábamos.

Volviste tu cara hacia mí y me ofreciste tu boca. Nuestros labios se unieron y las lenguas comenzaron su danza, buscándose, peleando, rozándose entre sí y penetrando la boca del otro y...

Una tarde de juegos

Una tarde jugando con consoladores y haciendo un juego a tres perfecto.

Indudablemente el tacto era suave. Pero de tan realista resultaba extraño. Porque detrás estaba mi ano, no un cuerpo. Y delante tus muslos abiertos...

Su tamaño no era grande, al menos en comparación con los monstruos que se exhibían en las estanterías de la sex shop donde te lo compré. Pero quién necesitaba esos apéndices estrafalarios. Lo que yo, lo que tú también querías, era una sesión con un consolador que te llevara a tocar el cielo. Y, como bromeé contigo al sacarlo de la caja, no por ir con un...