Una guarra en la oficina (Primera parte)
Una compañera de trabajo, "felizmente" casada, se convierte en mi amante y termino compartiéndola con otro compañero. No podíamos imaginar que tras su formal aspecto se escondía toda una ninfómana ansiosa de probar nuevas experiencias.
Soy Miguel, trabajo para el Estado y voy a contar la historia ocurrida hace unos años con una compañera de trabajo.
Por entonces yo tenía 48 años y Lola, que así se llama ella, tenía 43. Yo estaba soltero y Lola estaba casada. Ya llevabamos trabajando juntos unos 15 años aproximadamente. En estos años nunca se me ocurrió que podía tener algo con ella, quizás por estar casada, porque la verdad es que era muy agraciada físicamente, 1,75 de altura, guapa, muy buen tipo, buen culo y un muy buen par de tet...