Cruce imprevisto
Tenían práctica en el intercambio de pareja pero nunca sospecharon que, en un inocente viaje de negocios, iban a encontrar al hombre ideal para hacer de su afición al trío algo de locura. La mujer, sobre todo, gozó como jamás pensó podía llegar a gozar con un perfecto desconocido.
CRUCE IMPREVISTO.
Soy Toni y mi esposa Mari, ambos somos jóvenes y liberales, hemos tenido varias experiencias en tríos mediante una revista pero, en esta ocasión, la experiencia que cuento, fue totalmente casual e inesperada.
Yo me tenía que desplazar de Barcelona a Cádiz por un asunto de trabajo. Casi siempre viajo solo pero esta vez Mari quiso acompañarme y así lo hizo.
Mi esposa es una mujer de cuerpo exuberante, tiene dos buenas tetas y unos muslos de infarto. Toda ella es pi...