Campeonato de Voley (V)
El cara a cara con Luna y Esther, una hija muy lasciva y una madre no tan santa.
Pasé una noche horrible, todo se había desmoronado en cuestión de segundos, y lo peor es que no tenía ni idea de cuáles iban a ser las reacciones de Esther y Luna.
Pensé si ir al desayuno, no tenía ganas, pero prácticamente estaba obligado. Al llegar, pude ver que madre e hija no habían asistido. Realmente no sabía si aquello era buena o mala señal. Desayuné todavía con el remordimiento taladrándome la cabeza. Y cuando ya acababa y me empezaba a sentir libre en la soledad del comedor, madre e hija apa...