Una historia mucho más vulgar todavia (2)
Lluvias doradas, felaciones, sexo anal, fetichismo... ¡nada se resiste a estas viciosas del sexo!
Después de correrme en la boca de la rubia Rebeca me entraron ganas de mear. Me levanté de la cama y entré al baño. La voz de Rebeca, algo ronca, me llegó desde la cama:
—Espera un poco, nene, que quiero hacer una cosa.
Mientras me aguantaba el pis escuchaba cómo esas dos cuchicheaban entre ellas. Al poco rato entró Luisa con una mirada que conocía muy bien. Se acercó y me besó.
—Rebeca tiene ganas de hacer una cosa muy guarra.
Yo la observaba mientras se colocaba a un lado de la taza, se po...