Un amante inesperado
Yo estaba empinada mientras él trataba de penetrarme desesperadamente. Mis caderas estaban protegidas por el vestido corto que llevaba, aún así sentía el frío y el rasguño de sus patas.
Un amante inesperado
Yo estaba empinada mientras él trataba de penetrarme desesperadamente. Mis caderas estaban protegidas por el vestido corto que llevaba, aún así sentía el frío y el rasguño de sus patas.
Sí, es lo que están imaginando. Tal vez este relato debería de encontrarse publicado en la categoría de zoofilia pero decidí que ésta era la apropiada.
Tengo un perro de dos años cuya raza es poco conocida. Físicamente no es muy alto. De temperamento tranquilo, muy juguetón; lo que...