Las cinco amigas. Libro Segundo (2)

Me sentía incómoda, muy incómoda caminando por la ciudad. Era consciente de cómo iba moviendo mi enorme culo de lado a lado con cada paso que daba. No sabía ya caminar de otra manera. Además, con los altísimos tacones que tenía que llevar sería difícil incluso intentarlo

2. Me sentía incómoda, muy incómoda caminando por la ciudad. Era consciente de cómo iba moviendo mi enorme culo de lado a lado con cada paso que daba. No sabía ya caminar de otra manera. Además, con los altísimos tacones que tenía que llevar sería difícil incluso intentarlo. El vestidito morado que me habían dado y que no había cambiado tampoco hacía nada por disimular mis curvas.

Enrojecía cada vez que un hombre me miraba. Algunos eran discretos, pero otros me comían con los ojos. Sobre todo, l...

Las cinco amigas. Libro Segundo (1)

Aquí estoy de nuevo, dispuesta a contaros mis primeras andanzas en libertad (si es que realmente tengo tal cosa). Como siempre, este relato cuenta historias de feminización forzada, negación del placer, sumisión y un montón de erotismo psicológico, mucho más que crudas descripciones de actos sexuales, aunque las va a haber, más que en el primer libro. Espero que os guste.

¡¡Hola a todos!! Muchas gracias por esperar y por mandarme tantos correos pidiéndome que continuase la historia. Aquí estoy de nuevo, dispuesta a contaros mis primeras andanzas en libertad (si es que realmente tengo tal cosa). Como siempre, este relato cuenta historias de feminización forzada, negación del placer, sumisión y un montón de erotismo psicológico, mucho más que crudas descripciones de actos sexuales, aunque las va a haber, más que en el primer libro. Quiero contar cómo me sentí mientras aprendía...

Mi nueva casa (2)

Como fue creciendo la relación con mi vecino

Esta es la segunda parte de mi relato

Como saben ya, Mi vecino Pablo me vio tomando sol en Tanga y me invitó a su terraza. Me trataba como a una dama pero no pasó nada… no porque yo no quisiera sino porque él me trató como a una princesa… Al otro día me volvió a invitar y yo me fui a producir.

Excitadísima me fui a mi cuarto y me puse la tanga, pero esta vez con el corpiño. Una blusa blanca que me dejaba el ombligo al aire y una mini de tela hindú, mis zapatos de taco aguja. Me pinté apenas...

Una fantasía hecha realidad (2)

Esta vez mi mujer tenía más para sorprenderme.

Como ya les conté en la primera entrega, mi mujer me sorprendió una noche con una ropita interior sexy que yo le había regalado sin pensar que iba a despertar sus más bajos instintos.

Se vistió como si fuera una puta y me dio una cogida increíble y después me hizo vestir con su ropita y me cogió ella a mí, haciéndome vivir una experiencia como mujer.

Nunca había tenido una eperiencia parecida y nunca imaginé que fuera mi esposa la que me llevara a esta situación

Pero si espera que eso...

El Actor Porno 3

La última pelicula.

Para la última escena de la película, Juan Luis me tenía reservada una sorpresa. Mientras yo estaba tumbada sobre Carlos comiéndole su enorme polla, sentí que algo entraba por mi ano, solté la polla de Carlos y dando un grito de sorpresa me giré y vi a otro actor como penetraba su falo de 25cm en mi ano, con cara de placer me volví hacía Carlos y le seguí comiendo la polla. Nacho, el actor que tenía detrás, me introdujo hasta el fondo sus 25cm de polla y empezó a moverse en círculos con su badajo dent...

Mi nueva casa

Me mudé a un PH con patio.. ahora si podré tomar sol en tanga

Hacía unos meses que tenía la idea de tomar sol en tanga para que se me marquen las tiras en la piel, como veía en las fotos de las travestis desnudas.

Justo en noviembre me mude a un PH con patio. Y me dije: Esta la mía.

Sobre mi casa había otro apartamento de las mismas dimensiones pero en lugar de patio tenía terraza.

Pero eran pocos los momentos en que podía tomar sol, y menos en tanga. Mis días eran los viernes y tenía apenas dos horas, que eran las horas en que el sol entraba a...

Una fantasía hecha realidad

Hacía mucho que no jugabamos con mi esposa

Nunca pensé que me pudiera pasar algo así.

Al contrario de mucho que cuentan en sus historias que de chicos se probaban ropa interior femenina o que eran débiles o tímidos… a mi no me ocurrió.

Todo transcurrió de grande, en mi segundo matrimonio. Mi esposa es hermosa y no es una mujer a la que el sexo la obnubile. Es mas bien ortodoxa y simple. Por eso y para salir del acostumbrado sexo que solíamos tener fue que decidí comprale un Corsé, rojo, una tanga muy chiquita y medias de red.

...

Fuí su presa en la cacería (1: Descubrimiento)

De esa manera quedé yo enganchada a la cacería con Roberto, quien se encargaría de mi formación. Hablo de un hombre, entonces de unos 45 años, de mucha confianza de mi casa, a quien ya describí innegablemente atractivo. Me sumé al plan de cacería y de camino a la Sierra, me enteré que sólo íbamos él y yo; que, como mi padre, dos cazadores más habían desertado. Me sentí extraña. ¿Que iba a pasar cuando se convenciera de que no era yo una buena pareja para una cacería de monte? Durante las dos horas de viaje no podía dejar de sentir la fuerza de esa masculinidad a mi lado y su trato me hacia sentir demasiado bien. Al menos la excursión sería agradable.

Fui su presa en la cacería I. Descubrimiento

Autora: Noelia

No empecé como todas a los 11 años robando ropita de mamá ni de mis hermanas… aunque tenía indicios de mis inclinaciones femeninas, todavía a los 18 años no eran tan claras. Sólo sabía que un hombre en especial, Roberto, el mejor amigo de mi padre, me llamaba la atención, me inquietaba con su presencia, estaba como vendida por su olor mezcla de un perfume muy varonil y algo muy suyo que no podría describir. Lo que más impresionaba...

Fuí su presa en la cacería (2: Su mujercita)

Ese hombre me había desvirgado y hecho mujercita hacía unas horas. Y todo lo que pueden imaginarse que una adolescente ilusionada podía sentir ante un hombre que desprendía esa fuerza erótica lo sentí yo al verlo nuevamente. Me acerqué yo como una perrita contenta con el regreso de su amo.

Fui su presa en la cacería II. Su mujercita

Por: Noelia

Si leyeron mi primer relato, recordarán que cuando volvió Roberto del bosque que rodea la pequeña casita de cazadores, no salía de su asombro al verme vestida de niña, con mi pelo negro liso recogido con un moño y mis hombros descubiertos por la blusa blanca que había escogido para esperarlo. Recuerdo intensamente su reacción cuando me vio vestida así, mis piernas enfundadas en medias hasta medio muslo, negras rematadas en encaje que ...

Fuí su presa en la cacería (3: Forzada)

Como recordarán, al día siguiente iríamos al pueblo a comprar. Yo iría vestida como Noelia y me presentaría en la tienda y la taberna como su sobrina por precaución pero que yo supiera que era “su noviecita querida”. Esa noche volvimos a disfrutar del sexo

Fui su presa en la cacería III. Forzada.

Autor: Noelia

Como recordarán, al día siguiente iríamos al pueblo a comprar. Yo iría vestida como Noelia y me presentaría en la tienda y la taberna como su sobrina por precaución pero que yo supiera que era "su noviecita querida". Esa noche volvimos a disfrutar del sexo hasta agotarnos y confirmar que era su mujercita. Sus momentos violentos, dominantes, acentuaban mi dependencia, sobre todo a la hora de ser su hembrita carnal y sentirme usada. Su e...