De buen samaritano a ...
Ayude a una chica en un aprieto y la noche tuvo su extraña e inesperada reconpensa
Salí dela oficina un poco más temprano de lo habitual. Tenía que recoger el coche del taller y me quedaba por delante una larga travesía en el transporte público y lo “mejor” de todo es que había comenzado a llover. A la carrera llegué a la parada y esperé. Hacía ya años que no me movía en autobús por la ciudad y tuve que mirar en internet la combinación de líneas que tenía que coger. La hora y media de travesía la pasé absorto en mis cosas, mirando sin ver nada y sumergido en un murmullo de sonidos incon...