Obsesión III

Sigue mi obsesión con Eva...

Me desperté temprano, y Eva aun dormía en mi cama, desnuda. Las sabanas apenas cubrían su curvilíneo cuerpo, estaba boca abajo, mis ojos siguieron el recorrido empecé por su pelo esparcido por los lados de la almohada, seguí por su nuca, su columna e intentando no despertarla, aparté la ropa de cama que cubría su precioso culo. Mi polla hacia media espalda que estaba empalmada, ahora palpitaba, deseando volver a recorrer ese camino entre los cachetes de su culo, loca por volver a enterrarse en su caliente c...

El escritor y yo

Una charla aburrida pero un coge delicioso

Esta cuarentena me tiene re aburrida y Tinder es una de mis aplicaciones favoritas para distraerme un rato, cachondear y de paso aventurarme a algún encuentro que bien, puede resultar increíble o sumamente decepcionante; en esta historia fue un poco de ambos.

Conocí a un sujeto de nombre Ernesto; 40 años de edad, divorciado y medianamente interesante: al igual que yo le gusta escribir, pero él se dedica a los cuentos de terror; me mandó uno realmente bueno y con eso piqué la carnada para aceptar una t...

Nicole

Dos extraños de acaban conociendo carnalmente.

Nicole debía medir un metro setenta, tenía la mano izquierda en su cabello y con la derecha sujetaba un bolso blanco. Llevaba puesto un top de manga larga blanco y gris que mostraba su ombligo por el que bajaban dos cordones del top. Su cintura era de avispa. Los jeans, rotos en ambas piernas y ajustados, marcaban sus anchas caderas y sus largas y estilizadas piernas, las uñas de pies y manos las llevaba pintadas de blanco, a juego con sus sandalias. Su rostro era el de ángel, perfecto, nacido para ser admi...

El anacrónico tito Diego. Capítulo 7

Vuelo a enviar un relato que ya subí ayer pero tuve que borrar, contenía un error imperdonable, e inconfesable. Mejor leer antes capítulos anteriores. Relatos publicados anteriormente por otra persona y borrados. Publicados de nuevo con permiso, tanta belleza no debe perderse para siempre

Ella notó como la enorme polla volvía a endurecerse y aumentar de tamaño, y casi de forma espontánea se introducía por su anhelante vagina, debido a que de nuevo la tenía perfectamente lubricada. Parecía además que después de la anterior penetración, era ya como su camino natural, como si ya se hubieran hecho amigos y aquel magnífico miembro sólo podía estar hecho para follarla. Su querido tío la miraba arrobado, con la boca abierta, expectante y dejándose hacer, moviendo de vez en cuando sus caderas para a...

Calentando al abuelo

Mi mujer y yo calentamos a un vecino viejo

Calentando al Vecino

Me llamo Juan y mi esposa Susana llevamos 26 años casados,yo tengo 47 y mi esposa 46.

Como comprendereis despues de tantos años la vida sexual se vuelve un poco monotoma y decidi que habia que hacer algo.Debo decir que Susana siempre fue muy vergonzosa y aunque en casa solia ponerse vestidos flojos y shorts cortos, en la calle vestia siempre muy discreta.

Poco a poco fui sonsacandole cuales eran sus fantasias y contandole las mias, esto me excitaba muchisimo y vi que a...

Mi maduro vecino y la cuarentena

Una experiencia fuera de lo normal en esta cuarentena

Hola a todos, soy una asidua lectora de esta página, siempre me ha gustado leer relatos de algunas de las categorías que tienen, hay veces que me imagino y me pongo en el lugar de la protagonista o de la chica involucrada y eso me causa muchas sensaciones. Pero en fin, nunca me hubiera imaginado que después de todo yo sería la protagonista de uno de ellos, lo que me pasó es muy reciente y se los quiero contar.

Mi nombre es Gabriela, tengo 27 años, vivo en un pequeño departamento en la zona centro de...

Sólo una copita

Después de una dura jornada, dejándose llevar... atracción física, el morbo de la oficina, y su jefe casado.

Al final sucedió lo que no podía evitarse. El deseo es una fuerza poderosa...

Laura es una mujer hermosa, no se puede negar. Cuerpo de formas deseables, con caderas proporcionadas y pecho bien dispuesto. Ojos grandes y boca de labios voluptuosos, con una sonrisa de las que derriten, y cabello largo, de sirena. Le gusta cuidar su aspecto, con ropa y maquillaje que realzan su atractivo, contrastando el negro azabache de su melena con el rojo de los labios. Y las uñas a juego, haciendo destacar sus manos...

Paula

¿Habéis tenido la suerte de conocer a alguien con quién podéis ser vosotros mismos al 100%? ¿Con quién no necesitáis usar ningún tipo de máscara y te puedes mostrar ante ella, o él, tal y como sois en realidad? ¿Sin temor a ser juzgado? ¿Sin temor a nada? Esa persona, para mí, era Paula.

Para ser sinceros, no me importó nada ser el tercero en discordia. En realidad, que por casualidad apareciese Ana en el restaurante, fue de lo mejor que me podía haber pasado esa noche. Y tras despedirme con un beso de mi mujer, le pedí a Ana que me la cuidase. Me marché del restaurante con la certeza de que terminarían la noche en el piso de Ana poniéndose al día de la nueva vida de ésta tras su divorcio.

Apenas había salido del restaurante cuando ya tenía las llaves del coche en las manos y apresura...

Solo esta noche 2

...

Esa noche no volví a casa, pero la noche trajo la madrugada y con ella volvió la realidad, golpeándome con dureza, allí en aquella cama donde había pasado la noche más alucinante de mi vida.

—Tengo que irme Gabriel –le dije notando que estaba despierto, aunque aún no hubiera abierto los ojos.

—Lo sé por eso no quería moverme, ni despertar del todo.

Mientras me sentaba en la cama dándole la espalda, él se colocó de rodillas detrás de mí, y apartando mi pelo a un lado, empezó a repartir mil...

Solo esta noche

Entonces bienvenida, porque posiblemente mañana serás lo que más eche de menos cielo, pero hoy eres lo que más me apetece.

Por problemas tecnicos ayer borre sin querer el relato y hoy lo vuelvo a subir, por si alguien quiere leerlo

Ya empezaba a oscurecer, cuando me adentré en el parque. Sin miedo, ya que a pesar de las horas, era un sitio de lo más concurrido. Siempre me ha gustado esa hora, en la que todo el mundo regresa a sus casas, yo en cambio aprovechaba para perderme, y andar sin rumbo, moverme un poco, y desentumecer mis músculos, tras una larga jornada de oficina.

Tampoco me apetecía volver a casa, a mi ru...