Samara (5)
Samara, de nuevo arrodillada, rozó su hermosa cara contra la rechoncha pija, reanimándola y endureciéndola como nunca. La sujetó y la engulló, dándole sonoros y brutales chupetones.
SAMARA 5
Kleizer
1
-Espero que al menos hayas conseguido el dinero de la renta -dijo la robusta madre de Samara, al ver llegar a su hija tan tarde. Ella, antigua prostituta, supo de inmediato que su hermoso retoño acababa de salir de un polvazo. Vio su tez inflamada y sus mejillas aún arreboladas.
-Toma -dijo Samara, algo apenada. Tendió un billete de cien dólares a su madre. Yadira, que así se llamaba, alguna vez tuvo un cuerpo casi tan espectacular como el de su prec...