El recambio que ella necesitaba
Encarna era muy guapa. Tenía unos 50 años, muy pasados. Vestía siempre arreglada, con ropa, de vez en cuando ajustada, lo que a veces le dejaba marcando las carnes que le habían entrado. Tenía unos pechos, de tamaño medio, algo grandes, pero caídos, aunque no mucho.
Encarna, regentaba una pequeña tienda. Era una tienda, de venta de piezas para reparación de electrodomésticos. No era una tienda muy concurrida, principalmente concurrida por personas que arreglaban los electrodomésticos y poco más, pero le daba para vivir y para cuando necesitaba operarios en la tienda, para contratarlos.
Tenía 2 hijos, aunque ambos ya se habían establecido con sus novias en otros lados, lo que hacía que viviese sola y de vez en cuando pudiese ir de ligue alguna que otra noche...