Ella (4)
Una placentera invitación a la vivienda de mi coordinadora. Unos minutos de ardiente lujuria para perder mi virginidad, antes de enfrentarme con una gran sorpresa...
Ella (parte 4)
La residencia parecía vestirse de gala, llena de luces bajas como para dar un bello panorama de romántica lobreguez. La música de fondo adornaba la quietud de una gran sala de estar, agigantada por la soledad de la acostumbrada rutina de las vivencias de una sola persona.
La palabra “romanticismo” nunca estuvo en mi vocabulario particular ni había ido de la mano con mi personalidad, pero entendía lo que unas velas encendidas sobre la mesa del comedor y un atuendo llamativo talla a...