Sevilla 3 Extasis de mi vecina Mari
Mis manos en la cara interna de los muslos, hicieron que su dueña abriera sus piernas para dar rienda suelta a las pretensiones de mis caricias
Continuación del relato SEVILLA 2 MI VECINA MARI
-Lo siento pero todavía no he terminado de desnudarte,
Tras el momento de recuperación que le concedí después del orgasmo, mis dedos bajo el elástico de sus bragas comenzaron ha hacer que estas empezaran a descender, pero sólo lo hice hasta dejar al descubierto el principio del vello de su pubis.
Abrazado a ella como estaba, mis labios y lengua exploraron cada centímetro de la espalda, a la vez que mis manos hacían lo propio con sus pechos,...