Vulgar Vulgaris (2)
"Entramos a la habitación y cerré la puerta; me bajé la cremallera, me saqué la polla y se la metí en el coño por detrás, de pie."
Entramos a la habitación y cerré la puerta; me bajé la cremallera, me saqué la polla y se la metí en el coño por detrás, de pie. Le puse las manos encima de sus dos pequeños montículos por encima del vestido y sentía sus pezones erectos y duros a través de la tela. Su coño estaba anegado. En sólo cuatro o cinco envites Rebeca ya estaba dando esos grititos que daba cada vez que se corría. Su vagina era una delicia increíble, chorreaba fuego líquido, empapándome los pantalones y el faldón de la camisa. Le pus...