Castigo de dos novicias impuras (1)

Dos novicias tienen relaciones lésbicas, pero son descubiertas por la madre abadesa.

Capítulo Primero: Noches dulces en el convento

Un convento de monjas en una ciudad del Norte de Italia a mediados del siglo XVI.

Valeria y Claudia eran dos jóvenes novicias sin vocación. Sólo hacía unos meses que habían entrado en el convento y aún no la habían encontrado.... la vocación digo.

La aburrida vida de aquel lugar deprimente se les hacía insoportable: largas horas de trabajo y rezos sin ninguna distracción. De la celda a la iglesia, de ésta al refectorio, de ahí a la cocina...

El adiestramiento de Rudolf

Siempre he considerado que tener el honor de servir a mi Diosa estaba muy por encima de cualquier otro motivo por importante o trascendental que fuera. Ni yo suplique ni por supuesto a mi Señora se le paso por su linda cabeza autorizarme a viajar a Madrid para asistir al funeral de mi querida madre y esclava suya.

El adiestramiento de Rudolf

El relato que sigue a continuación y otro que mandaré próximamente son un complemento de la "Sádica orgía de Victoria" publicados hace unas semanas en esta misma sección.

Con lo que sugiero a las lectoras y lectores que no hayan leído los dos anteriores hagan un repaso de ellos para saber quienes son los personajes y sobre todo Victoria, la protagonista.

Y como los dos anteriores "El adiestramiento de Rudolf y El cumpleaños de Victoria" son relatos de sado...

A la desesperada encontré amo

Un sumiso, insiste a pesar de una mala expericiencia pasada en buscar amo, ¿se arrepentirá?

A la desesperada encontré amo

No había una sola semana que no comprase el periódico de anuncios locales. La publicación me estaba siendo de gran ayuda, había conseguido comprarme el coche de segunda mano y había tenido una experiencia inolvidable con un amo, que aunque muy cabrón, severo y al que le gustaba mucho el sado me había provocado un torrente de nuevas fantasías que no conocía. Pese al gran dolor que me había causado estirándome los huevos y quemándome con la cera, había descubierto esa...

Jude y sus anillos 01

Deberás presentarte esta noche en mi club BSDM, vestida únicamente con un vestido corto, provocador y sexy. Unos tacones muy altos y unos pendientes. Compralos con cargo al dinero que te adelanté. Allí sigue las instrucciones que te den al pié de la letra. Te recogeré en unos días. Te convertirás en mi concubina y gracias a ello podrás acompañarme en la empresa. Los términos del contrato te los explicaré más detenidamente cuando nos veamos. Aprovecha para masturbarte antes de ir al club, será la última vez que podrás hacerlo sin pedir permiso.

Jude y sus anillos. -

Prólogo.-

La chica era preciosa, no cabía duda. Alta, uno ochenta, calculó. Piernas interminables, cintura estrecha y pechos prominentes, no demasiado grandes. Cara atractiva, sonrisa cautivadora.

Llevaba una falda corta y una blusa algo vulgar, con un chaleco de ante medio abrochado. Le ofreció un café para relajarla un poco. Se le notaba el nerviosismo. Otra chica más, necesitada de un trabajo.

Hablaba con fluidez para ser extranjera y Rebeca se quedó...

Sakura y el Señor Ito (5)

Termina la historia de Sakura y el Señor Ito, o empieza, según se mire (con fotos de Sakura, esta vez sí)

La furgoneta siguió el largo viaje por serpenteantes carreteras con su cargamento humano. Tras abusar de todas sus compañeras, el guardián se fijó por fin en Sakura y tras meterle mano le pidió una felación a lo que la chica accedió tras intentar aclarar inútilmente de qué iba aquello.

Sakura ya no pudo decir más, pues el tío se la metió hasta dentro y literalmente se la folló por la boca con bastante brutalidad. Esta vez, la joven se avergonzó de que ese hombre la usara como un objeto delante de...

El cobertizo

Me siento orgullosa de mi cobertizo. En él llevo a cabo las sesiones que me llenan como mujer dominante.

Poseo a las afueras de mi pueblo un cobertizo  bastante singular. Lo he adaptado de tal manera que se podría vivir en él. Desde fuera parece un simple cobertizo hecho con maderas viejas y resecas. Las ventanas están tapiadas con tablones casi tan viejos como los que forman el resto de la fachada. Lo que hace diferente mi cobertizo es su interior, que, con el tiempo y bastante dedicación, he logrado transformar en un santuario al dolor y placer.

Cuando conocí a Jorge y a su novia, mi proyecto refo...

Sakura y el Señor Ito (4)

Continua la relación entre el Señor Ito y Sakura, los días pasan y el amo decide entregar a la esclava a otras personas (con foto de Sakura)

-El señor Ito estaba maravillado de lo pronto que había adiestrado a Sakura. Tras hacerse un enema y quitarse el olor a orines del cuerpo, la joven había acudido obediente a su presencia limpia y perfumada. Ella misma se había esposado las manos a la espalda y en ese momento ofrecía arrodillada su ano bien abierto para que él se lo desvirgara. El señor Ito pensó con gusto que era agradable y halagador que ella lo hiciera voluntariamente y no sólo por chantaje

Ito se fue hasta ella y pasándole la...

Sakura y el señor Ito (3)

Sakura y el Señor Ito vuelven a casa después de las compras (con fotos de Sakura)

Sakura sólo llevaba 24 horas de esclavitud en manos de su pervertido jardinero, pero a ella ya le parecían días. Probablemente eso era porque la experiencia le estaba cambiando.

Mientras aquellos hombres hablaban de ella en su presencia como si fuera un juguete, Sakura pensó en sí misma. Odiaba el dolor, o más bien odiaba no poder soportarlo. Cuando aquellas tres sádicas la azotaron, en todo momento deseaba que cada latigazo fuera el último, sin embargo horas después otra vez ansiaba estar atada...

Buscando amo desesperadamente

Un joven chico que acaba de perder a su último año remueve cielo y tierra para buscar otro, y lo consigue...

Buscando amo desesperadamente

Me encontraba solo, triste, echaba mucho de menos a mi amo, que se había mudado por motivos laborales a una lejana ciudad dejándome abandonado como a un perro, como el perro que de hecho era. Me habría ido con él si me lo hubiese pedido, pero no fue así. A mis 26 años había experimentado lo que era ser sometido y utilizado, y me encantaba, hasta el punto de ser un adicto, no podía vivir sin sentirme propiedad de alguien, alguien a quien dar placer, servir, obedecer...

Mis instintos sádicos (3)

Me di el gusto que quería sometiendo a mi amigo, castigándolo y dándome el placer que se me antojara; tenía que compartir esto publicándolo en su totalidad, no podía ser de otra manera; he aquí la parte final de lo que pasó.

MIS INSTINTOS SÁDICOS (3)

Caminé hacia mi vaso de vodka y me serví otro trago, mientras lo sentía arrastrarse tras de mi. Al llegar a mi lado le ordené que se volteara bocarriba, lo cual trató de hacer con dificultad.

Esta faena apenas comenzaba…y me estaba gustando. Quería pasarlo a lo grande, espléndida y no iba a desaprovechar la oportunidad.

-Te ayudo?-le dije con suavidad, ante lo cual asintió.

Levanté mi pié y de un golpe seco en su pecho, con el tacón y la suela de mi zapa...