Una espalda llena de marcas

Así es como conozco las diferencias que generan en mi piel cada uno de los artículos que pueden azotar a una perra...

La relación estaba recién iniciando, pero yo estaba muy interesada en aprender y en darle todo lo que él pidiera, aunque para entonces solo éramos Amo y sumisa, no había nada más, además, como recién dije, estábamos comenzando.

Nos veíamos con relativa frecuencia y poco a poco me iba enseñando lo que como su sumisa debía aprender. Cada día traía una sorpresa y ese día no fue la excepción, me ordenó que me desnudara y me pusiera en 4, me vendó los ojos y me comenzó a azotar, me dolía el culo, pero me o...

Pareja sadomaso: solamente una sirvienta

Como un paso más de control y humillación hacia mí, mi Amo ha decidido que sea la sirvienta de su casa, pero esta vez lo ha llevado más allá pues ha hech9 que sin saber quién soy, pero sí que soy la sirvienta, la familia haga parte de la rutina.

No soy aún la perra que él desea, pero es él quien me está formando y amoldando a su manera de ser, solamente él ha sido mi Amo, por lo tanto estoy aprendiendo todo lo que a él le gusta y tal como a él le gusta sin tener mañas de nadie más.

Reducida a la persona que hace los oficios y se encarga de que todo funcione bien en la casa, eso es lo que soy...

Al inicio mi Amo decidió utilizarme como “la señora que llega a planchar la ropa” y obviamente dejar de hacerlo él o de vez en cuando contratar...

Pareja sadomaso: perforando un pezón virgen

La primera perforación en todo mi cuerpo fue elegida a ser realizada en uno de mis pezones y acá está el relato de cómo fue...sangre, lazos, lágrimas...

No soy aún la perra que él desea, pero es él quien me está formando y amoldando a su manera de ser, solamente él ha sido mi Amo, por lo tanto estoy aprendiendo todo lo que a él le gusta y tal como a él le gusta sin tener mañas de nadie más.

Así como ahora en mi cuerpo hay tatuajes, marcas hechas con fuego con sus iniciales, quemadas con plancha, marcas de algunos instrumentos usados para castigarme, también decidió que sería i Teresa te que portara algunos piercings en mi cuerpo. Nuevamente, a pesar...

Escaneo Adicional Peculiar

(Ballbusting) El equipaje de Pablo no supera el escáner de la terminal aérea y es llamado para una revisión adicional. Pero insistiendo de malas maneras en que todo está en orden y que va a perder su vuelo, pierde los estribos con las oficiales del aeropuerto con doloroso resultado

“Pasajeros del Vuelo 964 con destino a Londres, presentarse para el escaneo de rutina,” una voz femenina resonó en el aeropuerto.

Pablo se puso de pie y arrastrando su equipaje, siguió a otros pasajeros que al igual que él, pasarían la revisión del escáner. El joven de 23 años, cabello castaño claro corto, ojos marrones, blanco, delgado y no muy alto aumento el paso para salir lo antes posible del chequeo. No está demás decir que nunca le había gustado esperar pues era muy impaciente y llevaba más de...

Pareja sadomaso: planchando a una perra

De todas las cosas vividas con mi Amo, esta ha sido de las más grandes, difíciles de ocultar al mundo y que jamás se borrarán de mí: me enseñó a limpiar zapatos además de plancharme a mí...

No soy aún la perra que él desea, pero es él quien me está formando y amoldando a su manera de ser, solamente él ha sido mi Amo, por lo tanto estoy aprendiendo todo lo que a él le gusta y tal como a él le gusta sin tener mañas de nadie más.

Me pidió que le fuera a traer al trabajo, como ya algunas veces había ocurrido y me fue indicando el camino, pues digamos que no soy la persona mejor orientada en este mundo...

Una vez llegamos me dejó afuera mientras él entraba, luego me hizo pasar y cerró...

Ultra Femdom

Un intenso relato de dominación y sadomasoquismo Femdom, Amas y esclavo.

El esclavo varón estaba de rodillas, desnudo por completo, con las manos esposadas tras la espalda.

-¡Acércate, esclavo! –Comando una autoritaria voz femenina, propia de una mujer joven pero dominante.

El esclavo se volvió a un lado y elevó su vista, buscando en la dirección de dónde había provenido la voz. En la sala se hallaba un elegante diván victoriano, cubierto con tapetes bordados de colores marrones, con labrados de hilos de oro.

Recostada sobre el diván estaba una hermosa mujer. S...

Queremos tanto a Marta (V)

Torturado por Marta y sus sádicas amigas

Contra Lídia no tenía nada que hacer y lo sabía. Me estaban lloviendo puñetazos y patadas. Por suerte solo tenía un puño americano, el derecho, así que cuando me daba con la zurda me dolía un poco menos.

Lídia se colocó a mi espalda, y con mi poca posibilidad de movimientos, quedé expuesto a sus antojos. Me pateó los huevos y me siguió dando puñetazos, tenía todo el cuerpo morado. Me dejé caer al suelo. Ella se recostó sobre mi, me estaba aplastando. Era una chica de cierto peso, redondita, y me estab...

Despues del Si 6

Sadomaso

Anthony no se paro a demostrarme amor, ni si sentía placer… después de descargar en mi culo me la volvió a introducir en la boca...yo pensaba en que sentiría Jorge, que sentiría mi marido y que sentiría D. Ramón al verme usada por aquella bestia.

Mientras comía su polla con ansiedad, el me abofeteaba, fuerte, de tal forma que su polla salia de mi boca,y yo, casi con desesperación, volvía a buscarla mientras pedía perdón por permitir que aquel falo abandonara su lugar.

Cuando la tuvo a punto no d...

Querida Emma II

La perra se sincera y se libera

4. El contrato

A pesar que Emma parecía haberse ido satisfecha y más dispuesta y obediente, pensé que le vendría bien reflexionar. Yo también andaba ocupado así que no le escribí ni le pedí nada durante unos días, y ella a mí tampoco me escribió, hasta que me llegó un mensaje: Creo que necesito hablar, decía.

Quedamos aquella misma tarde en la que se había convertido en nuestra cafetería y consultorio para sincerarnos el uno con el otro, sobre todo aquella tarde. Llevaba un vestido azul muy...

Queremos tanto a Marta (IV)

Pasamos a la prueba. La banda de Marta es dura y lo vamos a sentir en nuestras propias carnes.

Me habían puesto una bolsa en la cabeza que me dejaba ciego. No veía nada. Solo oía, solo sentía. Sentí como me ponían un collar, lo sentía rozando mi cuello. Me sentí bien con él. Escuché y noté la cadena unida al collar; empezaron a tirar de ella y empecé a andar, arrastrado por esa cadena.

  • Vamos a pasear a nuestro perrito —dijo Lorena, riendo.

Todos se reían. Podía escuchar sus risas, los pasos. Sentía como íbamos cruzando el parque. Me gustaba sentir el collar, los tirones de la cadena. Qu...