Dos cuerpos que se desean, anhelan unirse en una sola piel.

Cuerpos ardientes, sangre que fluye por sus venas, como ríos ardientes de lava, derritiendo sus células por la pasión y el deseo.

Pasión y deseo de dos cuerpos, fuego que arde en sus puntos bajos, como brazas al rojo vivo.

Cuerpos ardientes, que solo buscan compartirse, fundirse, en su fuego interno, derretirse y formar una sola piel, hasta explotar cual gran erupción, derramando su ardiente lava en su interior....

En tu casa o en la mía

No importa

Hasta puede ser en la calle

En la noche o en el día

No interesa

Puede ser de madrugada.

Solo quiero estar contigo

Y con nadie más.

Nos vamos a besar

Hasta el atardecer

Y durante toda la noche

Tu piel desnuda

Voy a acariciar.

Sobre la calida cama

Las suaves sabanas blancas

De fuerte rojo sangre

Con tu virginidad perdida

Vamos a manchar

Y el frágil silencio

De la...

Fuego

Fuego consume mi ser fuego encendido por el deseo deseo de estar junto a ti de sentir tu piel junto a mi piel fuego que hace arder mi sangre como ríos de lava que recorre mi ser

Fuego intenso que arde en mí ser solo puede ser controlado por tus húmedos besos de tus labios rosados y dulces.

Fuego que se extiende por mi cuerpo, cuando estas cerca, al sentir tu piel junto a mi piel

Fuego que se enciende más con tu mirada, picara, sencilla y llena de...

Aroma de mujer.

Aroma de mujer, fragancia de dulce flor, que cautiva los sentidos

Aroma de mujer, perfume de néctar, que enciende la chispa de la pasión en la sangre que corre como lava ardiente encendiendo cada célula del cuerpo.

Aroma de mujer, flor que cautiva, que invita que seduce, a cual insecto, para posarse en sus pétalos y explore en el interior de sus pistilos, para encontrar la fuente de su rico néctar.

Aroma de mujer que atrapa dulcemente a quien se atreva a probar ...

COÑO DE LA VIDA

Coño de la Vida, ¡cómo te amo!,

lo eres todo para mí y para tod@s.

Coño de la vida ámame también.

Te quiero Coño –a todos los coños-.

Coño caliente de hembra candente,

te saboreo, te lamo, te como,

en ti me introduzco,

con mi báculo te penetro.

Por el coño de Dulcinea, don Quijote suspiró,

por el de la reina suspira el rey.

Coño con vello o coño rasurado,

sabrosos ambos cuan cueva de miel.

¡Ay Coño magnífico mi...

Me levanto cansado, tengo que echar un trago.

Si no acabo con el alcohol... el va a acabar conmigo,

no quiero hablar contigo... si esto no tiene solución.

A cambiado mi vida, me quedo sin salida.

No entiendo cuando perdí la razón.

Voy a contar estrellas, voy a cantar con ellas,

voy a escribir una canción...

Me miento y me lo creo, me quiero sin quererlo...

me pierdo en esa habitación.

No voy a darte un beso, no quiero hablar de eso...

me debes una...

Truena un aviso. Flores de pólvora

engalanan un cielo vacío de sueños.

Truena un aviso. Llega la hora

de escribir garabatos de ruido en el viento.

Truena un aviso. Mueren silbidos.

Busco tu arcoiris entre los hombres grises.

Creo encontrarte y estalla un latido,

fue sólo el viento que quiso divertirse.

Cierra los ojos y observa la plaza,

huele a pólvora, azufre, sudores,

a trueno, a estallido, a trompetas sagradas,

...

Aún recuerdo esa noche.

No había estrellas y hacía frío,

O por lo menos mi aliento se condensaba en vapor.

Tu cuerpo estaba junto al mío

Y estaba perlado de sudor.

¿De verdad hacía frío?

Mi ser palpitaba de pasión

Y tus caderas s e movían al ritmo de mi corazón.

Calor.

Yo solo sentía calor.

Notaba el rastro húmedo de tus besos sobre mi piel,

Aunque se iban difuminando en las llamas que nacían de mi ser.

Casi no podía respira...

Siento un animal en mí.

Un animal sediento de tu cuerpo.

Un animal que ansía tu carne.

¿Por qué te haces de rogar?

Sabes que quiero tenerte.

Sabes que quiero sentirte.

Pero ahí estás.

Ajeno a todo.

Conocedor de mi hambre,

Pero impasible a mi ruego.

Te deseo.

No es ningún secreto.

Quisiera que me dijeras lo que sientes.

Quisiera saber si tu también sientes este deseo.

Pero no.

No dices nada.

Te quedas quieto y me...

Deseos

Mis dedos deseosos de encender tu piel mis labios deseosos de probar la humedad de tus rosados labios mis manos deseosas de acariciar tus firmes pechos, que como cantaros, lleno de miel piden ser lamidos, acariciados. Tu vientre tembloroso, al ser recorrido por mis manos, en su ruta al monte de Venus, a la cueva que encierra entre sus húmedas y calida paredes la dicha del placer. Todo mi cuerpo deseando fundirse junto a tuyo siento el palpitar y el correr de la sangre a mi entrepie...