Pancho, el marido de la cotorra del edificio

Pancho me cuenta que ha descubierto las salidas de mi esposa, a divertirse y sus sospechas en cuanto a supuestas infidelidades por su parte.

Entre las rutinas de diario, el marido de la cotorra del piso de abajo, esa que anda continuamente a la caza de los chismes de la comunidad, la que siempre está pendiente de si mi esposa sale o se queda, si va o viene, la que con su lengua bífida cuenta todo lo que ve, sospecha o presupone, Pancho, hombre de mas o menos mi edad, algo tímido, serio, cabal, aunque influenciado por las acciones de su pareja, trata a veces de ponerme en guardia hacia mi esposa.

A veces coincidimos en el local donde trabaj...

Brahím se folla a mi esposa - interracial.

Veinticinco centímetros de polla en todos y cada uno de los agujeros de mi mujer, que folla en mi presencia una vez mas

Conocimos a Brahim de manera casual. La cafetería donde trabaja, por proximidad a casa, no la frecuentábamos. Sin embargo, aquella mañana decidimos desayunar allí.

Nativo de Ghana, aunque de familia senegalesa, alto, joven, amable, atento en su trabajo, con educación, establecido en nuestro país desde hacía bastantes años. En principio esos fueron los motivos para entablar algo de amistad con él, aunque mas tarde, fuera mi esposa la que atara de manera mas personal esta relación.

Empezamos a vis...

Nuevos cuernos felices que me pone María José.

Me llamó zorra un par de veces, zorra deliciosa dijo.... y en varias ocasiones me dijo también que era una estupenda putita...... a la que buscará cuando desee joder con alguna casada.

Esta historia es mas reciente y recuerdo con mas detalles todo lo ocurrido, por eso, hoy es dialogada.

Es como un juego entre nosotros. La conozco bien y se ver las señales. Me agrada que sea así. Cuando mi esposa pretende salir sola, la situación prácticamente siempre es similar, su desarrollo mas usual viene a ser como sigue.

Da igual el lugar de la casa donde me encuentre, Maijo se acerca mimosa a mi lado y me pregunta

-“¿Cari..... te molestaría si esta tarde tu mujercita sale a dar una...

Carmen y Maijo

Sesión de lesbianismo entre mi esposa y su amiga, con mi participación

La verdad es que me sorprendió la llamada, no conocía el número. Al contestar, una voz sensual preguntó por mí. Luego al identificarse, recordé. Tere, aquella rubia casada que conociera en casa de Carmen, al otro lado. Tras los saludos de rigor me preguntó si el fin de semana que se acercaba tenía algo previsto. Comenté con Maijo al respecto y pude contestarle que en principio nada existía, a lo que mi interlocutora respondió diciéndome que tanto su marido como los chicos lo pasarían fuera ya que tenían par...

Los vecinos de arriba

El amante que aun hoy se tira a mi esposa, incluso en nuestra propia cama.

Hace ahora aproximadamente seis años y poco que el piso de arriba fue ocupado por una pareja nueva. Simpáticos desde el principio, amables. Él trabaja como funcionario mientras que su mujer lleva una tienda de moda. Se incorporaron y adaptaron rápidamente a nuestra comunidad vecinal, participando en todo de manera armoniosa desde un primer momento.

Con el tiempo observamos que ella cada tres meses, mas o menos, viajaba a por nuevas y novedosas prendas para su tienda. Esto hacía que su marido permaneci...

Orgía en casa de Carmen

Seis parejas se conformaron esa tarde para una fiesta genial donde a Maijo le practicaron una doble penetración.

Nos invitó a su casa para un sábado en la tarde porque, según nos dijo, iba a organizar una pequeña fiesta. Nada adelantó sobre ella e incluso insistió en que no era preciso que aportásemos tan siquiera una botella de vino, no obstante decidimos que al menos un par de botellas de güisqui si llevaríamos. Lo mas extraño de todo esto fue la hora de la cita, para apenas las tres de la tarde. Luego Maijo si me confesaría que estaba al corriente de las intenciones de su amiga, aunque deseaban darme una sorpresa y...

La despedida de soltera de Lucila

Como le organice la despedida de soltera a una amig, y como me quede caliente con el stripper.

La despedida de soltera de mi amiga.

En Octubre se casaba Lucila, mi mejor amiga.

Con Lucila nos conocemos desde la escuela primaria. Siempre fuimos muy unidas. Tal es así que al cambiarse de colegio seguí en contacto con ella.

Ella formo un nuevo grupo de amigas, pero como no dejamos de vernos, yo enseguida me adapte a sus nuevas amigas.

Paso el tiempo y Lu y cada una siguió su camino. Cada tanto nos veíamos, yo trataba de salir con ella y sus nuevas amigas, o nos encontrábamos las...

Mi mujer y su amiga Carmen

Primera vez que corneo a Maijo por decisión suya con su amiga Carmen

María José, treinta y cinco años, yo con cuarenta y cinco como ya comentara en mi primer relato, nos llevamos diez años y ya tenemos diez de convivencia juntos. Ella siempre ha sido una calentona increíble, desde que la conocí y, la verdad es que me encanta que sea así.

La relación iniciada con Juan, continuó durante algunos meses, aunque tampoco era el único que la montaba porque una vez rota definitivamente la barrera del matrimonio, mi esposa se desató completamente en ese aspecto comenzando para n...

Mis primeros cuernos felices

Mi mujer y su primer amante habitual me dejan participar con ellos para cumplir una fantasía.

Nos llevamos diez años y llevamos diez juntos.

María es morena, aunque le gusta teñir su pelo de color rubio ocre. Sus ojos negros a veces los esconde en lentillas de color azul o verde. Tiene buenas piernas y su cuerpo es llamativo, sin ser demasiado alta, mantiene una figura agradable y apetitosa. Un buen culo y sus tetas bien formadas hacen el resto.

Sus continuos devaneos siempre fueron evidentes. Ya no hablo de la época en que no convivíamos juntos y en la que su pareja del momento, en cier...

San Francisco 1953

Clark Simpson policia, sigue a un sospechoso y se encuentra con una intriga de prostitucion y muerte, episodio piloto sin sexo.

San Francisco 1953

Anochece en esta lluviosa tarde de primavera, estoy sentado al volante de mi coche, un Packard negro que ha conocido tiempos mejores, en la radio suena un blues lento y melancólico que me da un puntillo de sosiego, uso la manivela para bajar un par de centímetros la ventanilla y con gesto mecánico enciendo un cigarrillo Chester sin filtro, debería vaciar el abarrotado cenicero del coche pero me muevo lo menos posible para no delatar mi presencia a posibles curiosos, las vigilancias...