Peluquero
Avatares de un jovencito metido circunstancialmente a peluquero de señoras, sus éxitos y fracasos, tanto amorosos como económicos, y su fin como peluquero de paisaje.
Fabián tenía ya tres semanas sin trabajo. Había perdido su empleo en un taller de impresión el día en que el patrón lo descubrió cogiéndose a la secretaria a la hora de la comida. Por ello había acudido a una de tantas ferias del empleo que organizaba el gobierno de la ciudad, no para darle empleo a quien lo necesitara, sino más bien para darle "atole con el dedo" a miles de desempleados sin posibilidad de encontrar alguna actividad remunerada. Hizo largas filas dos o tres veces para llenar solicitude...