Sábado sabadete
Invitamos a Juan a pasar a la sala y allí se desprende de la chupa. Debo reconocer que es un pedazo de hombre, de esos que con su sola presencia alteran los instintos, los bajos, se entiende.
Marta y yo estamos aburridas, es sábado por la noche y fuera hace frío y llueve. No nos apetece salir y tampoco tenemos ganas de aburrirnos mirando la televisión. A Marta se le ocurre hacer algo diferente, especial y divertido, y se pone a consultar los anuncios de contactos del periódico local.
Me sorprende mucho su iniciativa, pues en el año que llevábamos juntas como compañeras de piso, nunca ha dado muestras de ser una mujer muy liberal que digamos, de hecho, yo la considero más bien chapada...